Esta entrada será breve, no dispongo de mucho tiempo esta semana, mucho trabajo estos últimos días, por lo que iré directamente al grano.

Viene recientito, porque este restaurante ha sido el elegido para comer hoy jueves.
Me pareció un ambiente tranquilo, del que casi no pude disfrutar porque disponía de poco tiempo. La elección fue la siguiente:

Este pasado sábado quedé con un grupo de amigos por la zona de la Latina para disfrutar de una suculenta cena, #comiendoseentiendelagente claro está.
El lugar escogido fue Juana La Loca, restaurante al cual nunca había ido y ni había oido hablar.

Lleno hasta la bandera y con una espera interminable hasta que nos dieron mesa, es un lugar acogedor, coqueto, pero estos adjetivos lo llegan a hacer pequeño realmente.

Una extensa carta de tapas, raciones y demás. Famoso por su pincho de tortilla con cebolla confitada (estaba muy buena pero las he probado mejores), huevos escalfados, y una cosa que me sorprendió muchísimo, hamburguesa de nécora.

Otra vez más hago alusión a mi nombre, Willy (Fog para muchos), al porqué mis padres (visionarios de la época) me lo pusieron, y otra vez más vuelvo a estar de viaje, pero no de trabajo.
Voy a dejar de enrrollarme como las persianas y vamos al grano, que como nadie me para los pies...

Aprovechando el buen tiempo que estamos disfrutando por la zona, he cenado en el puerto, pero el primer día preferí hacerlo en el mismo pueblo, el cual es pequeño, bonito (me recordó a Santorini por las diminutas calles) y fácil de visitar.

Mi intuición me decía que este restaurante iba a estar bien, y así fue. Alejado de la estética "guiri" tan proliferante en esta zona.

Copa de vino blanco de Bornos (Rueda), afrutado y perfecto para la comida que me pedí. Como aperitivo me trajeron una mousse de queso con pimientos. ¡Qué bueno!

Sé que me voy a meter en un terreno escabroso hablando de este tema, pero me quedo tranquilo sabiendo que aqui no lapidan a la gente como en Irán (país del que hablaré pronto).

Los expertos en nutrición como yo (en mi caso experto entre comillas que sólo tengo 25 años), creemos y pensamos que no hay dietas milagro, pero casi nunca lo decimos.
Dietas como la del Dr. Pierre Dukan a base de proteína o la del cardiólogo Robert Atkins que consistía en bajo aporte de glúcidos y alto en grasas, son dietas cortas en el tiempo, no puedes pasar toda tu vida así, sino que se lo digan al Sr. Atkins que murió por su propia dieta.

Este mes se ha celebrado El V Congreso de la AEDN (Asociacíón Española de Dietistas y Nutricionistas) al cual asistí.
En la presentación de Posters, pude leer uno muy interesante que hablaba sobre los efectos de la dieta Dukan.
Según un estudio, el 60% de los pacientes que han realizado esta dieta, al cabo de 2 años sufren el efecto yoyo, o efecto rebote. No, no, no, no quiero alarmar a nadie, ni mucho menos echar por tierra años de investigación (o eso espero), por parte del Dr. Dukan, pero sólo quiero transmitiros lo joven que es este campo, y el largo camino que hay que recorrer.

Todavía recuerdo de pequeño, que a mi abuela no le permitian comer pescado azul debido a que tenía el colesterol muy alto...hoy en día las tornas han cambiado y la gente come pescado azul porque es necesario "tengas el colesterol como lo tengas", lógicamente habréis oido hablar del omega 3 y esas cosas raras que os pueden sonar a chino, pero que sabéis que son necesarias para el organismo, y un alimento que nos lo puede aportar es este tipo de pescados.

La alimentación es algo que cambia constantemente y lo que hoy es "malo", mañana puede ser "peor", o incluso "bueno".
Por eso abogo más que por los alimentos (que hay que comer de todo), por atacar en los hábitos, por educar a la gente a comer bien, ¿y qué es comer bien?, llevar una dieta variada, moderada y equilibrada asi como un estilo de vida activo y saludable. Creo que lo he repetido varias veces, pero eso si que no cambia de un día para otro.

Al fin y al cabo nuestro organismo es suficientemente inteligente para regularse por sí mismo, aceptar lo que es bueno y rechazar lo que es malo (hablo de personas sanas). Lo que entendemos hoy en día por dietas no es más que un periodo de "estrés" al que sometemos al cuerpo con un fin, ya sea de engordar o de adelgazar, el cual tiene que estar muy controlado y no podemos vivir así el resto de la vida. En la alimentación hay que usar mucho la lógica, asi que ante la duda de qué hacer, usa la lógica, y piensa, que todo en exceso es malo, TODO, hasta lo más sano.

Ayer con motivo de la Fiesta de la Hispanidad, mis padres se personaron en Madrid porque el niño andaba bajo mínimos de víveres. Para rematar el saqueo a mis progenitores, optamos por ir a comer a Puerta 57, situado en el Estadio Santiago Bernabeu, y del famoso grupo de restaurantes La Máquina, ¡hala Madrid!.

Hace ya 4 años que estuve en aquel pais que derrotó a los americanos en la famosa Guerra de Vietnam, el país donde sobra gente o motos (aún no lo tengo muy claro), y donde habitan las personas con la mirada más fría del mundo.


Ásia en general, concretamente la gastronomía de Vietnam...brrrr, brrr, ¡cuánto eché de menos la tortilla de patata!, una comida muy dificil para los occidentales como yo.
Se basa principalmente en las verduras, las salsas, las especias y el arroz, mucho arroz. Lógicamente a parte de esto, también comen carne de cerdo, pescado (frito estaba muy bueno) y frutas como plátanos y piñas.

Aprovechando mi estancia en la capital de Castilla por motivos de trabajo, quedé este miercoles para cenar con mi amigo Manuel (opositor a fiscal, representante de la futura promesa del fútbol, Javier Payo jejeje, y cazador profesional, risas).

Elegí el Otras Luces porque me habían hablado muy bien de él y sinceramente nos gustó.

"Un brunch es una comida que sustituye al almuerzo, al desayuno y a la merienda de la mañana. Consiste en una mezcla de elementos que pertenecen tradicionalmente al almuerzo, por un lado y por otro al desayuno. Disfrútalo leyendo la prensa nacional e internacional." Esto es lo que aparece en la cabecera de la carta, a continuación, una lista con todas las cosas que vamos a comer.

Mañana soleada de sábado en Madrid, subirme a la moto e ir a buscar a mi amiga Celia para ir a disfrutar de un suculento brunch.

El restaurante en pleno Barrio de Malasaña, tiene un aire neoyorquino con ladrillos desgastados, tubos de ventilación a la vista y unas vigas de madera que yo quisiera tener en casa.


Nada más sentarnos nos ponen una botella de cristal de agua de Madrid que es muy buena, en ese momento comienza la toma de decisiones:

- ¿Zumo de naranja, melocotón o tomate? La Srta naranja, yo tomate
- ¿Yogur o batido? Yogur para ella y para mi batido de chocolate

El resto, unos panecillos calientes de varios tipos para poder untar las diferentes mantequillas, el queso o el paté (que estaba muy bueno), junto con mermeladas.


La opción del plato fuerte fue fifty-fifty, nos lo dividimos en 2, por lo que tomamos, Huevos Benedictine (huevos escalfados sobre pan tostado con jamón y salsa holandesa), ¡larga vida a la salsa holandesa! y Milhojas de hojaldre con salmón ahumado, huevo poché y huevas de trucha con emulsión suave de ajo.
Sabor es lo que tenían ambos platos, mucho sabor.


A punto de reventar según Celia (es muy muy floja), nos trajeron croissantes, suizos, plum cake y muffins...todo esto acompañado del cafe claro está.


La atención muy buena, rápida, gente joven, familias...bastante variedad de publico, a pesar de que digan que es un lugar fashion (odio esta palabra), el brunch no se invento ayer.

El precio bastante bien, 21.90€.

Situado en C/Manuela Malasaña 10, Madrid

En lo que va de año por razones de trabajo o de ocio he ido varias veces a Barcelona. Ir a Barcelona es ir a casa, porque alli tengo familia y amigos. Siempre me gusta descubrir cosas nuevas, pero lo que no paso por alto es ir a Tapas 24.