Buenos días desde Madrid. Encantado de estar unos días en España por temas de trabajo, y es que en cuestión de horas me voy a dar una clase a la facultad de Medicina de la Complutense, ni más ni menos que a alumnos de último año de Nutrición, ¡soy un afortunado!
Al caso, que hace un par de días aterricé en el nuevo aeropuerto Adolfo Suarez, y me fuí directamente a Buns (a la terraza para ser más exactos, que estoy en España). Un restaurante cuidado hasta el milímetro tanto de decoración (huye del típico espacio de comida rápida y centra todo en la amplitud), como de alimentación, ¡bravo por esa cocina!




Y hablando de rubias gallegas...allí se come hamburguesa, perritos, aros de cebolla y demás artillería pesada, pero con marca España, porque las vacas falan galego, ¡bien!
Todos los meses cambian de hamburguesa así que lo sentimos, ¡te tocará ir más de una vez!
Creo que la comida es un placer, pero cuando te lo sirven con altas dosis de simpatía, cordialidad y saber hacer, las cosas te saben el doble de buenas. Un placer haberte conocido Fredi.

¡Bienvenidos amantes del queso diría yo! De hecho voy a ir más allá, vamos a ponernos en situación. Tarde de lluvia, una buena botella de vino blanco y una tabla de quesos, ¿qué me decís? ¡Ah vale, la compañía también es importante, si, si! Sé que en Madrid ya os habéis calzado las chanclas y el tirante, pero aquí en Londres seguimos abonados al Barbour...




Tras una tarde de bicicletas por el emblemático barrio de Shoreditch, nos detuvimos a reponer fuerzas en el mercado de Spitalfields donde ya he estado varias veces (comiendo por ejemplo en The Real Greek) y el cual siempre guarda algo nuevo a pesar de sus archiconocidos restaurantes.




Esta vez llevábamos mono de queso y de tarde tranquila con una buena conversación tomándonos un poco de vino blanco, ya me entendéis, antojos de fin de semana. Llegamos a Androuet, una tienda de quesos donde el hambre te entra por los ojos, y no por el estómago. Grandísima selección de quesos de todo el mundo (españoles también) y buena documentación de todos ellos. Dicho lo cual, ¡pónganos una mesa que nos quedamos!




No teníamos ningún antojo de queso en especial, ¡qué decida la casa! Eso sí, un pequeño capricho no podía faltar, una "mermelada" de trufa, obligada necesidad que tenéis que pedir.




Queso azul, cabra, camember o cheddar junto con frutos secos y mucho pan, ¡soy feliz! Atención exquisita como los quesos y mucho acento francés entre la gente, así que si te quieres envolver de ese ambiente de calle parisina no dudes en acercarte hasta allí. Precio 20 libras (24€).

Situado en Old Spitalfields Market, London

Consejo nutricional: Todo el mundo le mete caña al queso por su contenido graso y siempre sale victorioso el insípido de Burgos, pero sí tenemos que saber que el queso es rico en minerales como el Calcio y aparte aporta omega 3 y 6, vamos que te ayuda a fortalecer tu estructura llamada huesos.

Parece ser que la gastronomía y la moda se empiezan a fusionar poco a poco. Ya no hablo sólo si con la reducción del Pedro Ximenez (que tanto detesto) te hacen una obra maestra en el plato, o los jamones colgados en la barra del bar empiezan a ser "mainstreet", sino que la moda empieza a usar la gastronomía como reclamo de clientela.




Quien no ha visto el famoso supermercado que Lagerfeld montó para Chanel hace 15 días, con modelos portando cestas y una gran variedad que ni el Mercado de San Miguel, o las McFundas de patatas que ha creado Jeremy Scott para Moschino, por no hablar de su bolso, y sus vestidos (grasientos) con la famosa M de la casa o de un famoso restaurante de comida rápida (I´m lovin' it).
El pasado fin de semana me fui con mis colegas a Fortnum&Mason aquí en Londres a ser unos GastroFashion victims, ¡nunca regalar un chorizo estuvo tan de moda!

Mañana es el Día del Padre, otro día más como San Valentín, el día de la paloma o de los seguidores del reggaeton, un invento de El Corte Inglés. Aún así permitidme que me dirija un momento a mi progenitor: "papá, besos y abrazos desde Londres".
Y hablando de huevos, ¿qué tenemos o qué sabemos de este alimento? "Son buenos, son malos, tienen colesterol, mi amigo es culturista y desayuna 14..." Se escucha de todo, ya que parece ser que los alimentos, al igual que la ropa, se han convertido en moda. Hoy se llevan las hombreras y mañana el queso feta, así andamos.




Alimento de origen animal, proteico (la famosa albúmina) y lipídico, sobre todo en la yema, pero ¿cuántos debemos consumir a la semana? Pues no se sabe (¡no se sabe! creedme), no existe un estudio científico que te diga, "10, cómete 10 ni más ni menos", es como todo señores, consumo moderado, pero sí es cierto que podemos hablar de una cifra aproximada, 7 u 8 a la semana siempre que seas mayor de edad (como en las discotecas), persona sana y ya sabes, no anciano, no embarazada...repito, ¡consumo moderado!

"A este se le ha ido la pinza" pensaréis. No señores, vamos a dejar de lado restaurantes, dietas disociadas y demás artes culinarios y nos vamos a lo más sencillo, a la base de todos nosotros, el agua. Es muy importante beber (agua a ser posible), y no me sirve con el típico "tomo lechuga que contiene un 90% de agua", ¿os pensáis que soy tonto?  Tenéis que beber agua, no hay vuelta de hoja.

Dentro de una tienda de bolsas de trabajo, fundas de ordenador, y camisas perfectamente almidonadas, se esconde un comedor muy apañado con 4 mesas, una "barra" y comida del día.




Tal que así, ni más ni menos que el chaval lo va preparando y casi me atrevería a decir, que te hace lo que le pidas. Unos platos ya hechos y el resto de "apañártelas" como quieras. Te coges la ensalada, la mezclas con no se que, te pones un poco de sopa en el cuenco...como dicen aquí "up to you".




Mi opción fue una quiche Lorraine con lechuga de tronco y un poco de aliño. Creo que la quiche es un plato que me encanta y que lo consumo de pascuas a ramos...¡debe estar chupado de hacer! o no gastrochefs.




El postre también "up to you". Tarta, pasteles, y sinceramente una mesa de lo más curiosa. Atención correcta ya que tú mismo eres el camarero. Y de precio en torno a 10 libras (12€).

Situado en 4 Brushfield St, London

Consejo nutricional: La quiche Lorraine es muy top porque resume primer y segundo plato en uno. Le pones un poco de todo y te ahorras la pesadez de hacer 2 platos, algo que se estila mucho en Europa.

Esta entrada se la dedico a todos aquellos que no consiguen ver que son únicos. Como decía aquel anuncio de Coca-Cola "para los altos para los bajos, para los que ríen, para los optimistas...". Siempre nos ponemos en lo peor, nos sacamos defectos y no conseguimos ver el otro lado de nosotros, parece ser que siempre tiene que venir alguien de fuera para que nos dé una palmadita en la espalda y que te diga "eres único".




Y es que como nutricionista en mi escasa vida laboral, he visto gente que sólo se saca defectos, "que tengo barriga", "¡es que yo no sé que hacer con este culo!", "se me marca todo cuando me compro ropa"...Hay que ser realista (más que optimista), pero también positivo y darnos cuenta que hay cosas que mejorar, pero tenemos otras muchas que nos hacen diferentes tanto física como psicológicamente. Y ahora bien, ¿qué parte es la que más te gusta de tu cuerpo?, ¡poténciala! y recuerda ¡eres único!

Parece ser que todo el mundo le ha declarado la guerra al azúcar. Todo lo que queremos a nuestro alrededor es Cero, Light, Sin y demás palabras que crean una barrera imaginaria (y física) hacia este binomio glucosa-fructosa.
Vale que hay que controlar su consumo (es una sustancia químicamente pura), pero ya sabéis que yo soy el típico pesado que dice que la dieta tiene que ser variada, moderada y equilibrada, por lo que no hay nada ni bueno ni malo.

El problema es que en la sociedad se "demoniza" un alimento o componente y todos de repente nos aferramos a su homólogo "healthy" o salvador, sin tener en cuenta sus consecuencias o más que sus consecuencias, su biografía. Hablamos de los edulcorantes.




Si no tenemos azúcar, probablemente tengamos edulcorantes (por lo del sabor dulce), pero ¡ojito!, que no es mano de santo y ya estamos salvados todos amén, ¡no! Yo trabajé para una empresa de una famosa bebida refrescante, Coca-Cola, no nos vamos a andar por las ramas, que estoy muy feliz de haber trabajado allí. Algunos productos de esta conocida casa contienen edulcorantes como aspartamo, isomaltosa, sacarina o sucralosa entre otros, pero no os voy a aburrir con esto, sino que el consumo de los mismos hay que hacerlo de una manera (como ya he dicho antes), variada, moderada y equilibrada, y sí, hay que consumir cocacola, pero de una forma moderada, ¿por qué no?

Ahora bien, hay aditivos como el jarabe de glucosa que hay que controlarlos, y además no sólo nos lo encontramos en alimentos dulces, sino en conservas como tomate o ketchup que hace que no se acidifique el alimento. ¿Malo? aquí nada es malo, pero sí tienes que tener cuidado con el consumo. ¿El agua es buena? pues tampoco, bébete 12 litros en un día y dime sino has muerto (del aburrimiento de beberlos claro), por lo que resumo simplemente diciendo lo importante que es leer el etiquetado nutricional de los productos. Como ya dije hace un par de año, ¡leer adelgaza! 

¿No sabes que hacer un domingo en Londres? Pues muy fácil, ir al Broadway Market. Olvídate del moderno Shoreditch y mucho menos de Candem, eso es guirilandia, y tú hoy eres un post-hipster de la vida, muy en sintonía con el restaurante de Brooklyn que recomendé el viernes. No queremos lo que se lleva ahora, nos queremos adelantar y queremos ser muy 2015 #foodhunter




Este mercado es famoso (bueno, realmente lo que mola es que no es famoso) por su variedad de puestos, te venden un abrigo de piel de segunda mano, jabones naturales o queso feta al peso...en una calle en la que el tope de edad son los treintaytantos. Restaurantes con encanto muy british, de esos que valoran un desconchón en la pared y lo hacen tendencia. Gente sacada de película británica rollo 70's, que por cierto es lo que se va a llevar el próximo año #foodhunter




L'eau de La Bourchete es conocido por su mesa central donde cogerte tú mismo la comida, también por su otra mesa de madera, la corrida, donde bien a gusto entran 12 personas, y lo interesante de sentarte al lado de alguien que no conozcas.
Cuscús, ensaladas, sandwiches, cremas o quinoa son platos que allí te puedes encontrar. El arroz no lo hacen bueno, y además les encanta servirlo frío, así que conmigo que no cuenten. Las cremas buenas, y las ensaladas diferentes, son tan guays que han vuelto a poner de moda la lechuga.




Y para rematar, tienen tienda. Nos encanta el tema home made, el rollo eco, y que veamos una foto del agricultor (aunque sea mentira) que produce los tomates, y si es en bolsa de papel, mucho mejor. La atención está bien, gente moderna e inexperta que se monta un chiringuito como si yo monto una peluquería, aún así tiene su gracia. De precio en torno a 10 libras. No lo dejes pasar porque en 2015 será moda y lógicamente lo habrán chapado.

Situado en 35-37 Broadway Market, London

Consejo nutricional: Elegir nosotros la comida tiene sus ventajas e inconvenientes. Muchas veces comemos con los ojos y hay que pararse a pensar unos segundos. Mejor que el plato que te sirvas sea escaso, ¡siempre podrás repetir!