Fellina es un italiano de verdad, ya no sólo por la comida, sino por los aires mediterráneos que le envuelve. Buen producto, el pan, los tarros, las flores, ese olor, un buen parmesano, esos manteles de cuadros vichy...un lugar cuanto menos apetecible.
Y no sólo la contundencia de los platos, sino que muchos los hacen en el momento delante de ti...eso da confianza y quieras que no, es un atractivo añadido. Muchos éxitos seguro, y no sólo por mis deseos, sino por lo que he oido por ahí, toda la gente que ha ido (o he conseguido engañar jajaja), les ha encantado. ¡Bravo!
Situado en C/ Carranza 21, Madrid
Nada más aposentar nuestras posaderas, nos trajeron mortadela siciliana que hacía mil años que no tomaba, pero años, con un poco de queso.
¿Qué tomamos? Vitello tonnato (ternera con alcaparras la mar de contundente). Soy muy amigo de las alcaparras, se lo pondría a todo. Unas berenjenas a la parmesana, plato top y la mar de contundente (después date un par de paseos para quemarlo), y unos huevos camperos con tomate y trufa que nunca fallan.
Espérate que lo heavy biene ahora. Unos carbonara que Esteban nos hizo en el momento. Unos espagueti carbonara de verdad, ricos ricos y con el punto de la pasta...en su punto y acompañados de papada de cerdo y pecorino, ¡como debe ser!
Continuamos con unos tortelloni rellenos de foie (madre mía que sabor), y trufa...el olor ya era de llorar. Si me algo me sorprendió es la contundencia de los platos.
Y no sólo la contundencia de los platos, sino que muchos los hacen en el momento delante de ti...eso da confianza y quieras que no, es un atractivo añadido. Muchos éxitos seguro, y no sólo por mis deseos, sino por lo que he oido por ahí, toda la gente que ha ido (o he conseguido engañar jajaja), les ha encantado. ¡Bravo!
Situado en C/ Carranza 21, Madrid