viernes, 30 de mayo de 2014

#gastrorecomendaciones ¡señor profesor!

Hace un mes (cuando llevaba barba y era una persona seria), tuve el placer de dar una clase a alumnos de último año de Nutrición Humana y Dietética en la Universidad Complutense de Madrid.
¿Miedo? Ninguno. Mis clases (vale, sólo he dado 2 en mi vida) suelen ser muy dinámicas, la gente participa y aprende. No quiero llegar y soltar el tostón, hace apenas 2 años yo estaba sentado en esos pupitres por lo que sé muy bien lo que ellos quieren o necesitan.




Móvil en mano, nos ponemos a debatir sobre algo que yo controlo mucho, las redes sociales y la nutrición. Mi proyecto fin de grado fue sobre eso y por lo tanto quiero transmitirles a ellos, que en esta carrera no sólo acabas, te pones la bata de nutricionista y a pasar consulta, hay muchas salidas y tienes que generar el trabajo/necesidad allí donde tú quieras.
Fue un placer compartir con vosotros parte de mi joven sabiduría, gracias por el apoyo y me alegro que saliéseis motivados de allí. Muy pronto creo que daré otra clase, así que estad atentos.

miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Nos depuramos? Drink6

El lunes pasado, tras un fin de semena de cenas, copas, fiesta y excesos de comida, decidí tomarme los zumos Drink6 avalados por la y es que lo que haga Conchita, bien hecho está.
Alimentarte un día, ¡UN DÍA!, de estos zumos, es una buena forma de depurarse y sobre todo resetear tu organismo tras tanto abuso.
Aquí no quiero recomendar, ni no recomendar estos zumos, simplemente transmitiros mi experiencia a lo largo de un día, más si cabe en mi, ¡un amante de la comida! Ha sido todo un logro.




Consta de 6 "zumos" que sustituyen los famosos hábitos alimentarios a lo largo de un día.
Desayuno: Estaba medio dormido por lo que no noté nada en especial en mi cuerpo.
Media mañana: Me gustó pero es verdad que me acidificó un poco el aparato digestivo.
Comida: Ninguna sensación de hambre pero sí he de decir que es el que menos me gustó de sabor, el pepino mata todo tipo de sabores.
Merienda: Este zumo estaba bastante bueno, muy dulzón. A media tarde me sentía bien, agusto pero como falto de energía.
Cena: Limón, menta...he tomado cenas mejores. Me faltaba la sensación de masticar a esas horas y también de tomar algo salado.
Recena: Como un biberón, muy apetecible pero a las 10 de la noche empecé a tener frío, me había bajado la temperatura corporal quizás por la falta de calorías. Me fuí muy ligero a la cama, lógicamente sin la sensación de "pesadez" de una cena.




No he tenido sensación de hambre en todo el día, aunque sí que me hubiese comido un buen bocadillo, más que por hambre por gula, es decir, ingieres alimentos pero no lo que a tid te apetece. Falta de masticar es lo que he extrañado y prácticamente cero agua...¡con la cantidad de agua que bebo a lo largo del día! Al día siguiente me levanté muy bien, ligero, dormí como un lirón, pero no sé si depurado ya que en la vida me había sometido a un experimento así.

Con mis 27 años es la primera vez que realizo este experimento alimentario y ya no sólo nutricional, sino psicológicamente he de decir que me siento orgulloso de mí mismo. ¿Recomendarlo?, depende de tu situación fisiológica, con el fin que lo quieras consumir, tu estado corporal...escríbeme a [email protected] y si quieres hablamos.

lunes, 26 de mayo de 2014

Saporem, vuelta al origen y mirada al futuro

Una de las cosas que me gusta de haber vuelto a Madrid, es quedar los sábados con mi amiga para hacer brunch/comer y pasear en moto.
Celia es una foodie en cubierta con piel de "lifestyle", y como tiene buen ojo en el tema restaurantes, la mayoría de las veces deposito mi confianza en que descubra algo nuevo. ¡Tachán, Saporem!




Un sitio que congrega "la vuelta a los orígenes" de los pueblos con mallas de gallinero, mesas macizas de madera y recortes de periódico por las paredes. Muy eco y renovable me pareció todo el interior, y mucho vidrio en las estanterías. Veamos si en la carta hay burrata...¡ay la burrata!




Croquetas en caneco, unos rollitos de pollo y mango y una exquisitez que pasaré a explicar con una foto. Agradecer al jefe por la botella de champán, todo un detalle por su parte.




Una base de sobao pasiego, con foie por encima, huevo poché y membrillo, ah y mermelada. Estaba de muerte, lo mejor es destrozarlo, revolverlo y disfrutar. Para mi gusto me sobran los germinados de arriba.




Una pizza de canónigos, calabaza, champiñón y trufa. Si tiene trufa, ya me habéis conquistado. Buena idea la forma de la pizza y esa tabla de cortar en la que viene, ¡bravo por la diferenciación en la restauración!




Y la sorpresa continuaba de la mano del postre. Brownie de chocolate blanco, con frutos secos, bien. Y una tarta de oreo, mascarpone y fresas, muy top también. La atención muy buena, rápidos menos para la cuenta. De precio en torno a 20€.

Situado en C/Hortaleza 74, Madrid (hay 2 en Madrid).

Consejo nutricional: Los sobaos son para el desayuno, para que te absorba medio café cuando lo introduces en la taza. ¿Calorías?, muchas, pero dentro de la bollería se puede considerar el menos procesado y venga va, ya que los consumo en verano cuando voy a Santander, os recomiendo los Sobaos Macho, de llorar. Después a correr por la playa.

viernes, 23 de mayo de 2014

#gastrorecomendaciones El juego del tupper en la oficina


A lo largo de la semana, el trabajo es el lugar en el que pasamos la mayor cantidad de horas, y es por este motivo por lo que la salud en él, se convierte en un aspecto crítico para todos nosotros.

Al hablar de salud, hablamos básicamente de dieta equilibrada, consumo adecuado de agua, actividad física y bienestar psicológico. Este último aspecto está relacionado con las altas cargas de trabajo, el ambiente laboral y el estrés, que repercutirán negativamente en el equilibrio emocional y mental.


*Imagen: www.dimequeesviernes.com


Por otra parte, existen fuentes de agua en el trabajo donde acudir regularmente para rellenar el botellín de agua o bien como excusa perfecta para desconectar un poco con algún compañero de departamento e improvisar una conversación de unos pocos minutos.
¿Y qué hay de la alimentación? Es aquí donde os propongo un juego que se está poniendo de moda en algunas empresas. Se trata de juntar un grupo de compañeros que habitualmente coman en el trabajo y valorar los tuppers con la comida que ha traído diariamente cada uno. Se pueden hacer varias calificaciones: por aspecto visual, por saludable y equilibrado, por original… Tantas categorías como queráis hacer, y de cada una debéis ser jueces del resto de participantes.

Así, a final de semana o de mes, la persona que haya sacado la mejor puntuación global (o la peor) podrá acceder a algún privilegio.
Este tipo de iniciativas, si se llevan a cabo desde la propia empresa incluso pueden asociarse a beneficios no económicos con los que aportar un plus de buen ambiente en la oficina, y de paso en la salud de sus trabajadores. Unas entradas para el cine, un día de fiesta, un cartel como empleado saludable del mes… de nuevo a la imaginación quedarán los premios o retribuciones no económicas que quiera dotar la empresa para fomentar la participación e integración del equipo.
Y es que todos tratamos de acudir a las fuentes de agua para cuidar nuestra salud, así como la mayoría llevamos tupper por cuestiones económicas y de control alimentario. Por lo tanto, ¿por qué no convertir estos buenos hábitos en un juego al que hacer partícipes a nuestros compañeros de trabajo?

Roger Llorens

martes, 20 de mayo de 2014

Palacio de Anglona, blanco y negro = morcilla

Tenía pendiente visitar este curioso restaurante, pero el irme a vivir a la ciudad del Támesis y mis escasos viajes a España lo hicieron imposible, por lo que pasó directamente a la lista de "to do" a la vuelta a Madrid. Una vez medio asentado en la capital, concretamente el pasado viernes, me acerqué a degustar un poco de su carta y depositar mi confianza en el Chef.




Dentro te encuentras con un lugar de luz tenue, perfecto para cenas en buena compañía. Es lo que tienen los bajos del antiguo palacio del Príncipe de Anglona. Blanco y negro o la bipolaridad del estilo más clásico con la más rabiosa actualidad, ¡atentos a sus sillas!




Empezamos degustando una curiosa tortilla de patata (con sartén y todo) aromatizada con aceite de trufa. Con un par de gotas se puede hacer maravillas, ¡es el Chanel Nº5 de la gastronomía!
Una ensaladilla rusa con melocotón, y como sorpresa, unos canutillos de morcilla y queso brie con un toque de canela. Me gusta que en sitios tan "finolis" se mezclen alimentos tan toscos en formatos modernos.




Continuamos con una degustación de mini-hamburguesas. Destacar la de pollo, y sí, la podemos denominar hamburguesa, porque no estaba hecha a base de pechuga, sino que la carne de pollo estaba picada. Muy interesante poner rúcula en la hamburguesa y para mi me sobraron las salsas.




Como remate de la (dura) jornada, tiramisú, y una rica tarta de oreo, sí, de esas con mucho chocolate y que después te crean un cargo de conciencia...¡esas! Pero como yo no tengo conciencia, y salgo a correr por el Retiro, ¡todo está controlado!




La atención muy correcta, el vino Rioja (alavesa, eso sí) bastante interesante y de precio en torno a 20€, aunque he de agradecer a su equipo de comunicación por la invitación.

Situado en C/Segovia 13, Madrid

Consejo nutricional: La morcilla, una auténtica bomba de relojería, pero como digo yo, ¡hay que comer de todo! Aún así proporciona un buen aporte de hierro así que anémicos, incluid (un poquito) de morcilla en la dieta.

viernes, 16 de mayo de 2014

Relatos de mi padre Vol.III

Cuando tienes que cumplir con tu reloj biológico y disfrutar de la compañía de tu hijo sin más inquietudes que el murmullo del río, el dulce canto de los pájaros y de la maravillosa luz de una ciudad exenta de contaminación, te das cuenta que la felicidad está en las cosas mas pequeñas y mas cercanas aunque el menú a degustar sea únicamente de dos platos a elegir, eso si por el módico precio de 8€, está claro que no le podemos pedir peras al olmo.


Terminado el movimiento de mandíbulas, estiras las piernas y te quedas disfrutando del café acompañado de esos rayos de sol tan agradables en la silla de ese merendero, muy bien orientado aunque cargado de una abrumadora propaganda tanto en sombrillas, como en mesas, sillas y demás mobiliario, pero te colocas las gafas de sol y como dice el otro, ¡a vivir que son dos días!                       

Willy

miércoles, 14 de mayo de 2014

Casa Lita (Santander)

Año tras año, o verano tras verano, no puede faltar una visita a Casa Lita en Santander. El terraceo en el mismo Paseo de la Pereda es una cosa que se disfruta entre amigos, buena conversación y un gran surtido de tapas, ¡ah, y un tinto de verano!




Dentro de Casa Lita, te encuentras una taberna de madera, pasada por chapa y pintura y muy adecuada a los tiempos que corren (nota: fíjense en esas lámparas del SXXI). Una barra repleta de tapas que salen cada 5 minutos.
















Primera tapa, queso de Santander divirín, muy fuerte sólo apto para los amantes del queso. Quiche de setas y bacon con queso, muy jugoso. Por otro lado, un rollito con pollo. Crujiente pero en exceso sabor a pimiento. Para tapa contundente, esta de solomillo y calabacín con una buena mermelada. Esto sustituye perfectamente a un segundo porque es bastante grande. Para mi lo que ponen en las bodas llamado sorbete, yo lo llamo gilda. No hay mejor invento. Y de remate (o postre), jamón con borraja, tenemos que potenciar más esta verdura.




La atención normal, al fin y al cabo vivimos al grito de la tapa y a la espera de las demás. De precio en torno a 15€ en este caso, pero lógicamente depende de las tapas que se pidan.

Situado en Paseo de la Pereda 37, Santander

Consejo nutricional: El formato tapa es una manera de comer variado, equilibrado y lo justo de cada alimento, eso sí, control con las cantidades, que comemos, comemos y no nos damos cuenta de que el estómago se nos ha llenado.

lunes, 12 de mayo de 2014

Lobbo, ¡algo diferente!

Primeramente pedir disculpas por las fotos, mi pobre iPhone 4 (a palo seco, ni S, ni C, ni nada), cada vez está peor, esperemos que los Reyes Magos traigan uno lo antes posible, jejeje.
La semana pasada, un variado grupo de blogueros gastronómicos, nos acercamos hasta Lobbo para degustar la carta. Mis entradas en el blog cada vez se parecen más a los comienzos de los informativos...¡pero dónde está el humor que antes tenía!




He de confesar que había estado un par de veces antes allí tomando tapas (muy buenas), pero nunca me llegué a imaginar todo lo que había detrás de todo eso, ¡me sorprendió gratamente!





Comenzamos con un vino blanco (en el tema del drinking) y unas croquetas de chipirones en su tinta, la mar de apetecibles y en formato catering, es decir, entera en la boca sin mancharte al morderla.
Pulpo con crema de patata y hojas fritas muy crujientes.




La sorpresa (entre otras), vino de la mano de estas piruletas de langostinos Kataifi que venían con soja en formato de frasco. Me pareció algo diferente que se sale de lo visto en muchos sitios. A perfumarse con soja este verano.
¡Pero que birria de foto por dios! Perdonadme.





Wok de verduras con gambón nada que objetar. Risotto de boletus con trufa y un curioso parmesano con mini-rallador, ¡otra cosa diferente! Rállate/cocínate este plato con un toque de queso. Me gusta que se empiece a potenciar los DIY (hazlo tú mismo en inglés), y que nos dejen meter un poco la mano en cocina.




Y para finalizar con los platos, un steak tartar con unas patatas hechas por ellos mismos muy especiales.




El postre divertido, ¡muy divertido! Unos tubos de pomada de mango y otro de frutos rojos. Para finalizar está muy bien, recuerda a las típicas pastas de dientes de los viajes, así que ya que estamos acabando de comer, ¡a lavarse los piños todo el mundo!




La atención excelente, tanto por el personal como por los chefs con los que pudimos hablar. Agradecer a Con El Morro Fino, por esta divertida foto en la que estábamos todos diciendo, "un pulpo, ¡un pulpo!".

Situado en C/ Gabriel Lobo 11, Madrid

Consejo nutricional: El queso parmesano es un producto que se usa como toque final para muchos platos. Lácteo con alto contenido en B2 o fósforo, aunque también calórico, destaca por sus proteínas muy beneficiosas en el desarrollo muscular.

viernes, 9 de mayo de 2014

#gastrorecomendaciones carne de kobe

A mi me gusta probar de todo en la gastronomía, lo mejor es que me sorprendan aunque lógicamente más de una vez me he llevado una sorpresa (para mal), pero forma parte del juego.
A escasos metros de Picadilly en Londres, se encuentra el restaurante Yoshino, de mi amigo japonés (y globetrotter) Yoshino con el que tuve el placer y la gran suerte de comer con él la última vez.




La novedad para mi fue la carne de kobe, producto que nunca antes había probado pero sí mis oídos se habían llenado de comentarios al respecto de esta exclusiva carne.
Lo notas en el paladar lógicamente, esa grasa "infiltrada" en el resto de la carne lo hace jugoso y muy sabroso. No voy a hablar si los bueyes beben cerveza y les dan masajes, pero sí comentaros que hay una finca en España entre Palencia y Burgos de carne de buey, de la raza Wagyu concretamente, por si no podéis acercaros hasta Londres, así que no tenéis excusa para no probarlo, ¡un capricho de vez en cuando no está mal!

martes, 6 de mayo de 2014

Malta, no hay por donde hincarle el diente

La semana pasada hice las maletas y puse (más) kilómetros de por medio con el fin de llegar a un sitio que tuviese buena gastronomía, buen tiempo y mar. El destino elegido Malta, no muy lejos de España, país desconocido para mi y alguna que otra cosa que visitar, la cosa pintaba bien.




Pero sólamente pintaba. Creo, desde mi humilde opinión, es el país más feo que he visitado, y mira que me considero una persona viajada (y afortunada) para mis 27 años de existencia, pero esta isla no hay por donde cogerla.
De primer impacto nada más aterrizar, me recordó mucho a Jerusalem, quizás por las edificaciones todas iguales y la suciedad, incluso por el colorido de los edificios tiene un aire a Salamanca, pero la piedra arenisca de la ciudad charra le da cienmil vueltas. Por el ambiente se asemeja a La Habana, edificios descuidados y dejados a la mano de Dios...y no hablemos de la gente. De rasgos agitanados quizás procedentes muchos de ellos de países del este, pero lo que realmente preocupa es la mala educación y la grosería que allí se gastan, como podéis comprobar, ¡he vuelto encantado!




A pesar de esto, siempre hay un poco de chicha o algo bueno, eso está claro. Que no me haya gustado no significa que no tenga cosas positivas, sino aquí un servidor perdería todo criterio. Adentrémonos un poco en este país al que hay que hincarle mucho el diente para ver su parte simpática.





En Valleta, la capital, es quizás donde encuentres más contrastes, tanto de gente como de arquitectura. De tema de gastronomía no hay mucho donde rascar. La cafetería/heladería más antigua llamada Cordina con ricos helados y con un toque kitch decadente de lo más interesante si eres Alaska y Mario, aún así entre mármoles y dorados, también puedes encontrar su gracia.





Calles estrechas, rincones por los que perderse, y terrazas improvisadas entre 2 coches. Allí la gente no tiene ninguna vergüenza, ¡bravo por ellos que lo que buscan es vender!





Algo recomendable para una mañana de domingo, es acercarse hasta Marsaxlokk, un pueblo pesquero donde se monta un mercado y donde se trapichea y regatea con el kilo del mejillón entre otros. Esta foto me recuerda bastante a Nuevo México, quizás por su intensidad de color.





Plato típico en Malta: el conejo. Lo ponen como en España, con sus ajitos y su cebollita y lo suelen hacer guisado. Punto positivo es que usan aceite de oliva (en toda la isla) y eso para mi es el 80% de cualquier plato.
Son grandes productores de tomate, por lo que tenemos la versión maltesa del pá amb tomaquet de los catalanes, eso sí, aquí les añaden una alubias como las de Sanabria de grandes.





Pero volviendo un poco a la decadencia del lugar, esta estampa te la puedes encontrar en el mismo centro de Valleta. Mucha venta al estilo chiringuito, colocado de cualquier manera donde la limpieza brilla por su ausencia, ¿dónde está Sanidad? Puede llegar a ser peligroso tanta mierda.




Otra cosa muy interesante en Malta son los pescados. Si estás pensando en ir (estás avisado), te recomiendo el restaurante Vino Veritas con una interesante carta de pescados, desde salmón hasta calamar a la plancha, todo acompañado de verduras, porque la huerta de Malta está bastante bien, y no sólo por el tomate, sino porque allí las verduras saben a verdura.





La comida en la isla está bien, es extensa pero a la vez es monótona, y te da la sensación que estás comiendo todos los días lo mismo. Como el que tiene muchos pantalones pero símplemente en distintos colores y parece que siempre va igual, más o menos así es la sensación que te da.
Pasta (influencias italianas), pescados y muchísimas ensaladas en sus diferentes versiones, por lo que un día fuimos a comer a un Convento de Clausura (no sé si ponerlo en mayúsculas para impresionar más).
Pastel de arroz muy sabroso aunque seco, sopa de pescado o incluso un guiso de cerdo con patatas con una exquisita salsa hecha a base de tomate. Salí contento de esa comida, parece que los dioses nos habían echado un capote. El sitio se llama Theos.




Pero para mi una de las cosas más interesantes de la semana, fué coger un barco y acercarnos hasta la isla de Gozo, ¡todo un descubrimiento! Ambiente relajado, edificaciones más cómodas a la vista y unos paisajes paradisiacos.
Tierra de agricultura y de vino. Ambas cosas probamos, y me reafirmo que los tomates exquisitos, eso sí, esta vez en formato mermelada.





Una señora del pueblo nos invitó a degustar sus propias confituras y patés. Desde aceitunas, alcachofas hasta pimientos, a mi estos planes me encantan, que queréis que os diga. Copa de vino blanco y chorrito de aceite en el pan y a mover el paladar, ¡ahora si que estoy en el paraiso!





Fuimos a ver unas salinas. Familiares y con décadas a las espaldas, hablamos con la señora que lo estaba recogiendo. Me chocó el trabajo tan dura que allí se realiza para recoger montañas y montañas de sal...pero lo que más me gustó es lo natural de la forma de hacerlo.

Empezamos a ver influencias de gastronomía italiana. Espaguetis con aceitunas y alcaparras.




Mercados a pie de calle. Carecen prácticamente de supermercados excepto el alemán Lidn, pero ningún otro se ha atrevido a meter el morro en la isla, ¿quizás porque no necesitan a nadie que les distribuya lo que ellos producen?




No me importó lo más mínimo alimentarme (por lo menos una vez al día) de las generosas ensaladas que allí sirven. Variadas y contundentes, y lo que más valoro por encima de todo, que se puedan aliñar con sal, aceite y vinagre.




Está claro que uno se lo pasa muy bien de vacaciones esté donde esté, pero hay países y PAÍSES, por lo que juzguen ustedes mismos cuál es el interés que se les despierta cuando ponen un pié fuera de España.