No hay nada mejor en esta vida que disfrutar de las cosas sin muchas florituras. De un viaje, de una prenda de ropa, de una habitación de un hotel, de un plato...cuando el producto es bueno, no hace falta adornarlo. Todavía tengo una imagen en mi cabeza de cuando estuve en Texas hace 6 años, unos ciudadanos poniéndole ketchup a un solomillo de ternera de llorar...de llorar es como me quedé al ver eso, ¡de capucha y paliza! Los productos cuando son buenos, son bueno.
Voy al grano que me voy por las ramas de mala manera. Pues deciros que hace unos días conocí OX's, restaurante navarro de toda la vida en Madrid. He de confesar que el único que conocía era el clásico de Floren (Domezain), hasta que me pusieron unos espárragos de Tudela delante de mis narices y conocí otro mundo.
Productos de Navarra, productos de primera, verduras de primera y sino un ojo a esta menestra. Como nutricionista incido mucho en que mis pacientes alegren su vista y su paladar con verduras, pero de buena calidad (no hace falta liarse la manta a la cabeza con BIO, ECO...y demás). Buena alcachofa, buen repollo, buena zanahoria, una explosión de vitaminas y minerales. También tomamos un revuelto de setas, muy jugosas y carnosas.
El pescado en el norte siempre suele ser plato fuerte (la carne la dejamos para mi tierra jajaja). Un rape a la bilbaína. Con su ajito frito, con su patata con pimentón (que poco usan en los restaurantes el pimentón, quizás porque en Zamora abusamos de él), su judía pochada, bravo por este plato. Y casi antes del postre, albóndigas de la casa, con una carne de primera y una salsa gelatinosa y muy sabrosa.
Colofón de postres, me quedo con el flan. Ya sabéis que no soy muy amigo de lo dulce pero tenían muy buena pinta.
Situado en C/ Juan Ramón Jiménez 11, Madrid
Voy al grano que me voy por las ramas de mala manera. Pues deciros que hace unos días conocí OX's, restaurante navarro de toda la vida en Madrid. He de confesar que el único que conocía era el clásico de Floren (Domezain), hasta que me pusieron unos espárragos de Tudela delante de mis narices y conocí otro mundo.
Productos de Navarra, productos de primera, verduras de primera y sino un ojo a esta menestra. Como nutricionista incido mucho en que mis pacientes alegren su vista y su paladar con verduras, pero de buena calidad (no hace falta liarse la manta a la cabeza con BIO, ECO...y demás). Buena alcachofa, buen repollo, buena zanahoria, una explosión de vitaminas y minerales. También tomamos un revuelto de setas, muy jugosas y carnosas.
El pescado en el norte siempre suele ser plato fuerte (la carne la dejamos para mi tierra jajaja). Un rape a la bilbaína. Con su ajito frito, con su patata con pimentón (que poco usan en los restaurantes el pimentón, quizás porque en Zamora abusamos de él), su judía pochada, bravo por este plato. Y casi antes del postre, albóndigas de la casa, con una carne de primera y una salsa gelatinosa y muy sabrosa.
Colofón de postres, me quedo con el flan. Ya sabéis que no soy muy amigo de lo dulce pero tenían muy buena pinta.
Situado en C/ Juan Ramón Jiménez 11, Madrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario