martes, 25 de noviembre de 2014

Torre Oleum (Jaén)

Hacía mucho que no ponía un pié fuera de Madrid más allá de Zamora, y es que lo de las mudanzas es una cosa que no acaba nunca, y el estar hipotecado y andar con nuevos proyectos es una cosa que al bolsillo y al tiempo afectan demasiado, pero este fin de semana pasado dejé todas esas cosas en Madrid, y puse rumbo a Jaén a disfrutar de unos maravillosos días rodeado de almazaras, olivos, buena gastronomía y mucho aceite gracias a D.O. Sierra Mágina, pero eso ya lo contaré más adelante.




El museo Torre Oleum, dedicado íntegramente al aceite de oliva virgen extra (a.k.a. AOVE) se encuentra a las afueras de Jaén. Rodeado de mucho campo y multitud de olivos, se levanta una estructura cuadriculada de un oro líquido como el buen producto que allí alberga.




En ese espacio tuvimos la suerte de disfrutar de unos platos cocinados con mucho mimo nada más y nada menos que por 3 reconocidos chefs jienenses de la altura de Alberto Fernández (casa Herminia), Juan Carlos Trujillo (Canela en rama) y José Luis Naval. Cada uno se preocupó y ocupó de la elaboración de un plato dando como resultado manjares especiales.




Primeramente tomamos unos andrajos a la vieja usanza (plato típico de Jaén), con lacas de bacalao confitado y AOVE con hierbabuena. Este plato es para el invierno, es contundente, sabroso, y se hace a partir de tortas de maiz y un sofrito. Recomendable para amantes de la cuchara como yo.




Continuamos con un bacalao confitado, falso pil pil de aceitunas y AOVE, tomate y vainas. Como era de esperar el bacalao estaba en su punto, lascas que se deshacían en la boca y un sabor y gelatinidad (¿existe esa palabra?) por parte del pil pil que acompañaban en la boca a este buen pescado.




Continuamos con una carne, cordero hecho a 60º con ñoqui de garbanzos, jugo de guiso (muy top) y AOVE de carbón. Nunca antes había tomado un cordero tan poco hecho y a la vez crujiente por fuera, todo un acierto.




¡De postre también AOVE! Sorbete (a su manera) de limón verde, compota de enebro, té con emulsión de naranja y AOVE. Mira que no soy muy de compota, pero ponerla con un sorbete es un acierto, no se hace aburrida.




Y para rematar la faena virolos, un postre típico del lugar. Hojaldre que prácticamente es aire en la boca, diminutas láminas que se deshacen nada más tocar la lengua, ¡y mira que yo no soy de postres!

Situado en C/Sierra Morena 13 A, 23620, Mengíbar, Jaén (Parque Geolit)

Consejo nutricional: Los andrajos (aparte de una actitud de la gente), es un plato que se hace quizás con sobras de muchos más y que está exquisito. Hay que tener cuidado porque es calórico y más apto para temporadas de otoño/invierno como las de ahora. Productos frescos y saludables para gente de cuchara.

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