Si por algo es conocido Formentor, es por sus ensaimadas made in Mallorca. Hace un par de semanas quedamos un grupo de amigos a las 9 de la mañana a desayunar allí y no sólo probar las ricas ensaimadas, sino los roscones de reyes que próximamente empezaremos a degustar todos nosotros por "estas fechas tan señaladas".




Lo mejor de todo es saber (y ver) que todo está hecho de forma artesanal. Nos metimos hasta el obrador para ver como gente que lleva toda la vida allí, lo hace con cariño y esmero y con una facilidad pasmosa.
Si estáis pensando en quedar muy bien con un buen roscón, Formentor, y sino buscáis roscones en google y lo primero que os saldrá será...Formentor. Por algo será.

¿A quién no le gusta que le lleven el desayuno a la cama? Es algo apetecible, siempre y cuando sea a una hora prudencial, porque que me lo traigan a las 7 de la mañana un lunes te hace ilusión, pero apetece más un sábado a las 10 cuando el sol ya ha salido y tu cabeza empieza a funcionar. Ponerme el albornoz, llevar los platos a la cama y ahí está mi #desayunodeliveroo al completo, ¡cualquiera se va a trabajar ahora! Y más con este frío.




Como nutricionista sabéis que mis desayunos son de campeones con todo lo que un desayuno tiene que contener, desde los cereales (un buen bol, o una buena tostada de centeno por ejemplo), una proteína como huevo, jamón o queso, y que no falte la fruta (en formato zumo mucho mejor). Todo esto lo puedes encontrar en una amplia gama de restaurantes que ofrece Deliveroo.

Soy de los que dicen que no hay que salir de casa si desayunar. Pero si por una fuerza mayor se te ha olvidado...¡ay amigo!, no tienes excusa porque a la oficina te llegará.

Os dejo un código de descuento de 8€ en vuestro primer pedido, EXCUSASSANAS y ¡qué os traigan el desayuno a la cama!

Hace unas semanas me desplacé a Barcelona a un Congreso de nutrición (por cierto, bastante flojo para mi entender), donde pude disfrutar de mis amigos que hacía meses que no veía y patearme la ciudad condal a la que no iba desde hacía un par de años. El tener una hipoteca ha hecho que mis viajes no vayan más allá de la M30 en los últimos 2 años, ¡ay si llego yo a saber esto!

Entrar en una panadería y que huela a pan pan es una gozada. Pero de toda la vida, las panaderías tienen un olor peculiar que es difícil de describir. Todavía recuerdo el olor de Valverde, una panadería de Panxón (Galicia) que para nuestra familia es algo peculiar y que sólo con ese olor nos transporta a nuestros veranos rodeados de marisco, familia y mar.
Casabase tiene un poquito más. Cuenta con una barra y un par de mesas altas donde degustar lo que allí tienen, porque no sólo te lo puedes llevar (y pedir a domicilio), sino que en un rincón de allí, podrás disfrutar de lo que Francesco te haga.






La carta no es muy extensa, pero la parte de bocadillos (de pan de chapata sin nada de miga) tiene un buen surtido. No dejes de probar la burrata que prepara con verduras como tomate o calabacín deshidratados y conservados en aceite y especias (me lo apunto para casa). Lugar agradable donde no sólo ir a comprar el pan. No hace falta que te comas la punta de la barra por la calle, cómete la barra entera allí, pero con algo dentro. 

No hay cosa que más me guste en un restaurante, que una buena mesa de madera maciza. La típica mesa que se usa en las matanzas (ahora que estamos en época), que perduran durante décadas y que resisten a cualquier tipo de climatología. Si a eso le añades un lugar pequeñito, lleno de botes y cosas, y donde sirvan una buena materia prima, ya soy feliz. Además ahora en diciembre apetece encerrarse en sitios así, cálidos y agradables donde resguardarnos del frío, y sino te lo compras y te lo llevas a casa, que para algo es también tienda, aparte de taberna.






Eso es lo que nos ofrece Muy placer en conserva. Si quieres llevarte a alguien "al huerto" y sorprenderle mientras os tomáis un vino y picáis unas buenas alcachofas (también es temporada), con un toque cítrico gracias a la lima, o una ensalada de ventresca con pisto o cecina de León, estás en el sitio adecuado. ¿Lo mejor? Déjate guiar por Olga y disfruta de la compañía.

El queso es una de mis pasiones. Bueno, el jamón y el Colacao son dos alimentos de los que podría vivir sin problema, pero si me tengo que decantar por otro (con el permiso de las sopas de ajo de mi madre), ese sería el queso en cualquier versión. Soy de Zamora, tierra de buenos garbanzos, buena carne y muy buen queso, y es que en Zamora cuidamos muy bien a nuestras ovejas.




Al caso, que hace unas semanas fuimos a Poncelet Cheese Bar a degustar unos buenos quesos (zamorano incluido lógicamente), y dejarnos sorprender por la cocina de tapeo (con y sin quesos) que allí tienen. Unos bocados apetecibles a base de mejillones, hummus o tomate pelado con base de queso que estaba de lo más sabroso y potente.
El precio sorprendente, bastante económico comparado con la parte de restaurante (en la que estuve comiendo cuando lo abrieron) y es que la parte de mesas altas es interesante, rápido, y ajustado a todos los bolsillos.

Es un clásico, es un lugar donde te aseguras comer bien, un lugar elegante y con solera. Sus paredes han recibido a personas importantes, a personajes relevantes, habrán escuchado de todo, y visto de todo. Horcher es un "to do" en la vida, y desde ahora creo que lo va a empezar a ser todas las navidades igual que Zalacaín.

Quizás sus platos son de lo menos fotografiables, pero es que a Horcher no vas a hacer fotos, vas a disfrutar. Vas a disfrutar del consomé Don Víctor hecho con esmero y cariño (y en el momento), vas a disfrutar de productos de altísima calidad acompañados de salsas y compotas manipuladas en el momento y delante de tus narices, vas a disfrutar de una buena mesa, una buena compañía y de un buen vino.




¿QUÉ? El consomé Don Víctor es un clásico que hay que pedir y no sólo por lo intenso de su sabor, sino por la manera de preparación con la prensa de donde sacan el jugo de la carne que después añadirán. Los arenques a la crema (suavidad). Como es época de caza, perdiz a la prensa y ganso asado (sólo lo hay un mes al año lógicamente), con sus castañas, lombardas y demás alimentos de temporada. Y para rematar con los salados, atentos a la foto, rodaballo salvaje, ¡un espectáculo!
De postre y también algo tradicional allí, el baumkuchen con salsa de chocolate caliente, crema de Chantilly y helado de vainilla. Una especie de bizcocho que parece el tronco de un árbol cortado, merece la pena probarlo.

¿QUIÉN? Quizás es para ir con padres, o para ocasiones especiales porque es un restaurante especial y no precisamente económico, aunque he de decir que para la altísima calidad que tienen, está más que bien pagado. Si eres fanático de la buena mesa, de la carne y pescado, de las salsas y compotas, Horcher es tu restaurante. Y sin olvidarme de la atención, están pero sin que te des cuenta, un servicio como en ningún otro sitio he visto, ¡servicio de 10!

Situado en C/ Alfonso XII 6, Madrid

La semana pasada me llevaron hasta Villanueva de la Cañada, y en el aeródromo de allí me subí a una avioneta, y me llevaron a comer. Los que me seguís por las RRSS (), habréis vista las peripecias en el aire (looping incluido). Sinceramente fue toda una aventura que me flipó. La localización de la comida era desconocida. Llegamos a un hangar abandonado donde entramos en el mundo Exploratorium




San Miguel presentaba su colección de experiencias de Selecta, una iniciativa que va a viajar por toda España y pretende que gracias a una mesa Nómada, podamos comer en sitios como Oviedo, Bilbao, Burgos o León pero siempre en lugares por descubrir.

Nosotros disfrutamos de la cocina de José Carlos García y Miguel Cobo (que tiene carrete para rato el tío) con unos bocados de plácton, obleas de piel de bacalao o polvorones de AOVE y pipas.
Una experiencia de lo más gratificante y sorprendente que si estáis interesados, no perdáis de vista por dónde va a estar la mesa Nómada. 

Yo iba principalmente para degustar la tortilla de la que todo el mundo hablaba y que es clavada a la de Betanzos en Galicia. Para mi lo importante no es sólo lo cruda que esté, que en este caso era igual, sino la patata, la cual estaba cortada muy pequeña y como en dados...no me gustó absolutamente nada. El pulpo bien, las croquetas simplonas y la chistorra muy socorrida que estaba la mar de buena. También pedimos una pluma ibérica con buena guarnición, incluso repetimos todos porque nos gustó bastante. La atención negativa que rozaba malos gestos. Nos atendieron correctamente como tal, pero lo de expresar tus pensamientos poniéndonos caras raras y haciéndonos sentir incómodos como que no.

Me da rabia no poder hablar del todo bien cuando no suelo ser nada crítico con los sitios a los que voy, porque voy principalmente a disfrutar, aunque como todo, habrá que darle una segunda oportunidad.

Me hace muchísima ilusión salir en ICON, porque junto con Buena Vida (en la que escribo mensualmente sobre la cesta de la compra), las considero 2 de mis revistas favoritas en cuanto a "aprendizaje". Son sencillas, muy visuales y con temas de lo más curiosos.

Todavía me acuerdo cuando abrí el blog allá por el 2011, y también recuerdo el primer evento al que me invitaron. Fue una inauguración de artistas contemporáneos donde servían un catering muy peculiar. Todo fue en Le Garage, por la zona de Retiro.

¿Y por qué os cuento yo esto? Pues porque 5 años después, Le Garage no existe y allí han abierto el restaurante donde estuve el otro día, Meating, un lugar que se está postulando como un fijo entre los vecinos y trabajadores de alrededor, y no es para menos, el sitio es de lo más apetecible. Tranquilo, discreto y donde Ramón Bilbao ha dejado su impronta.






















La verdad que cortos de comida no se quedaron, ¡madre mía que banquete! Probamos un poco de todo, desde un bocado de sardina con berenjena, unas virutas de foie con manzana que me recordaron mucho a mi restaurante favorito de Oviedo, el Punto y Coma. Continuamos con un pulpo con una base de pisto de morirse, pimiento rellenos de morro muy jugosos, chistosa con cebolla a la cual le pondría un toque crujiente, y de repente llegó la sopa de verduras muy apetecible sobre todo por la presentación.
Y si con esto no estamos conformes, continuamos con el pescado y la carne. Por ejemplo me gusta que machaquen frutos secos como las avellanas a la hora de hacer la salsa porque le da mucha intensidad.

A los postres ya no llegaron las fotos, algunas cucharas se me adelantaron. La verdad que es un sitio muy agradable, buen trato y perfecto si quieres disfrutar de tranquilidad y discreción.

Y hablando de las 5 comidas al día (ya sabéis que soy muy pesado como buen nutricionista), aquí está la excepción que confirma la regla, porque un día es un día y no pasa nada. Yo lo comparo con lo siguiente: que estés cuidándote toda la semana y que hagas un exceso, no te tiene que desmadrar el peso, al igual que una persona que come todos los días fast food y un día come una ensalada no le va a adelgazar. Ahí dejo la moraleja. A disfrutar el fin de semana, ¡o para algunos el puente!

Por todos es sabido cual es mi profesión y a lo que me dedico, por no hablar de las acepciones de la misma. Desde Personal Eating Trainer, nutri, hasta gordólogo...¡cualquier apodo es bueno!
Pero lo que si es verdad es que el ser nutricionista me ha permitido llegar a sitios como Deliveroo y darle otro punto de vista a la comida a domicilio. Quizás el ser nutricionista de Deliveroo es #MiMejorExcusa para pedir comida a domicilio, ¡sé elegir la opción más saludable!




Y es que pedir comida healthy a domicilio, me permite varias cosas en mi día a día:

- Me permiten el acceso a restaurantes saludables donde no sólo una hoja de lechuga o una pechuga de pollo aburrida inundará mi plato. Mi opción de anoche, gazpacho de fresa y costillas con ensalada de quinoa y mango, ¡saludable y muy sabroso!

- Puedo salir a correr media hora mientras me van preparando la cena y me la llevan a casa. Es verdad que saludo al repartidor con la lengua fuera, pero oye, ya me van conociendo...

- Pedir la comida antes de salir a hacer ejercicio hace que no atraque la nevera a la vuelta, me controlo desde el punto de vista nutricional y eso hace mantenerme en mi peso y controlar la ansiedad

- Lo que más me apetece después de haber cenado mis platos healthy es una buena ducha y tumbarme en el sofá, ¡no tengo que recoger nada ni fregar!

No sé a qué estás esperando para calzarte las zapatillas y salir a correr, eso sí, no te olvides de pedir a Deliveroo y para más satisfacción te dejo el código EXCUSASSANAS  donde tendrás 8 euros para tu  primer pedido.

Hace ya 10 días, cogí la maleta y me planté en Pamplona. Concretamente a 20 km, en la Bodega Otazu. Íbamos a celebrar la fiesta de la vendimia que parece ser que es como celebrar fin de año en la Puerta del Sol, algo por todo lo alto. Y así fue. El lugar de lo más apetecible rodeado de pequeñas montañas y unos arboles inmensos dentro del señorío.














Copa en mano, hicimos un tour de lo más apetecible. Otazu cuenta con una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes de España, y es que su fundación privada tiene obras de artistas británicos y nacionales. Obras mezcladas entre las barricas que hacen de la visita algo sensorial no sólo al gusto o al olfato, sino también a la vista.

Por dentro del señorío te encuentras material de labranza, madera, y cosas de antaño. Es un lugar sencillo, sin pretensiones arquitectónicas donde lo que destaca es lo de toda la vida.










Hicimos un receso para reponer fuerzas con un poco de chistorra del lugar y algún que otro queso y nos pusimos manos a la obra.
Era la fiesta de la vendimia y como tal había que remangarse la camisa (y también los pantalones) porque la uva nos esperaba. Recoger racimos de uva ya los había recogido por mi querida Zamora, pero lo de pisar la uva como tal, nunca lo había hecho. Fue algo muy divertido y una sensación rara pero de lo más recomendable. Fue como volver a tu infancia y escuchar una voz materna de fondo "con la comida no se juega" y así hasta que se te arruguen los dedos de los pies como garbanzos.




Cata, comida, cena, paseos, bailes, flamenco, un dj...creo que no faltó absolutamente nada en Otazu. Una experiencia de lo más divertida y sobre todo compartirla con gente tan interesante como Guillermo el dueño y José Luis el enólogo al cual ya conocía de Madrid.




Un buen descanso en el Hotel Muga de Beloso y como no, antes de poner rumbo de vuelta a la capital, un buen desayuno de campeones (tras una jornada deportiva, que después me decís que no me muevo). Un buen comienzo del otoño, ¡así si!

Si hay un asiático al que apetezca ir ahora mismo, ese es Duck & Sushi, y no sólo porque esté decorado por mis amigos de Madrid in Love, sino porque lo que sirven allí no se queda en los ingredientes y preparados del lejano Oriente, mezcla y fusiona llegan a crear platos sorprendentes, donde los ingredientes explotan en tu boca.








Por ejemplo el puzzle de pato fue uno de los platos que más me gustó porque lo saben preparar muy bien y la presentación es diferente. El sushi mar y montaña, con ternera, o incluso los tacos hechos a la japonesa, y concretamente de un pescado que me gusta mucho que es el pez limón.
Corea, Japón, Vietnam...todos los paises son necesarios para hacer lo que es Duck & Sushi. 

Hace año y medio que fuimos a Hacienda Zorita, la mamá o el centro neurálgico de Warehouse. Nos lo pasamos en grande, disfrutamos un montón y movimos las mandíbulas la mar de bien. Allí todo lo que cocinan, lo cogen de su propia huerta, lo crian ellos, lo cuidan, incluso el vino lo producen ellos mismo.

Pues a llegado a Madrid Warehouse, un cachito de allí pero en la gran ciudad, en un enclave mejor imposible y con una terraza que espero se pueda disfrutar todo el año porque no es un lugar con 4 sillas, sino que es algo más.




Respecto a la comida, degustamos quesos (su queso que es una especie de torta del casar me vuelve loco), probamos jamón ibérico, verduras de temporada y una carne hecha en el momento que era de llorar, una pedazo de pieza de no sé cuantos kilos.
Comer allí es como visitar una masía en el campo donde todo lo que se produce se come, una casa antigua de las de antes que sólo necesita una abuela con mandil, manchada de harina y feliz mientras ve como todo el mundo disfruta recordando esos sabores de toda la vida. 

Ya estamos con la vuelta al cole. Que duro es volver a la realidad...hace una semana estaba en California y parece que fue hace 2 años y medio, aún así, Madrid en septiembre apetece mucho. Hay terrazas como en pleno verano pero con temperatura más ligera, los días son largos, la gente está todo el día en la calle, septiembre viene a ser un mes de adaptación, así de claro, y yo pienso estar hasta el 30 adaptándome.

Uno de los últimos restaurantes que probé antes de huir de la gran ciudad, fue el clásico Maruzzella al cual le han dado un lavado de cara, con una terraza de lo más apetecible. Además como ya os he dicho, las terrazas en septiembre triunfan como Los Chichos.




Si puedes acércate a probar no sólo una jugosa pasta con langostinos o su conocida lasaña, sino la pizza hecha en horno de leña. La que nos pedimos me fascinó porque traía aceitunas negras que le dan ese toque reposado a la pizza contrastando con una especie de pepperoni picante. No descuidéis los postres porque hay alguno de volverte loco. Y si se tercia y cae un gin tonic, pues oye, ¡es viernes!

¿QUÉ? La carne en cualquier formato. Déjate guiar por el camarero y que te recomiende la pieza del día. También interesante que el punto de la carne sea el adecuado, a mi personalmente no me gusta comerme suelas de zapato. Fuente de hierro principalmente y de vitaminas del grupo B, si quieres estar fuerte ya sabes. Por cierto, los acompañamientos muy interesantes, no sólo de patatas fritas vive el hombre.

¿QUIÉN? Carnívoros logicamente. Allí disfrutarás no sólo de una magnífica carne, sino las diferentes texturas de las diferentes partes. Mi recomendación es que la toméis a pelo, sin aderezos ni salsas varias.

Situado en C/ López de Hoyos 42, Madrid

Con este calor lo que menos apetece es encender un horno o poner la vitro en funcionamiento. Lo que tenemos que idear es que los alimentos se cocinen con el simple hecho de poner en marcha el ventilador de casa, pero como eso no es posible, vamos a pensar en otras ideas para poder comer. Perdonadme, pero el no pegar ojo por la noche creo que me está empezando a afectar a alguna neurona.

Parece ser que en verano nos olvidamos de ciertos alimentos por el simple hecho de que durante el resto del año los consumimos cocinados. Por ejemplo tomamos el pollo a la plancha, pero pocas veces un sandwich de pechuga de pollo fría. O por ejemplo el pescado, eso de meterlo al horno es un placer, pero ahora podemos optar por otras formas de preparados como puede ser en formato ceviche, ahumado o incluso sushi. Lo mismo sucede con los lácteos o con los huevos. Vamos a dejar de lado los huevos fritos (sé que ahora se te viene a la cabeza unos buenos huevos fritos con chorizo pero olvídate de momento), los pasados por agua y vamos a tomar el huevo duro de toda la vida, que unos huevos rellenos en verano es algo de lo más apetecible.

A que tu no te comerías unas lentejas si no fuese en un plato hondo con cuchara...pues en Fresh & Easy te las ponen en ensalada, proteínas para el cuerpo. Además tenemos también un lácteo como es el queso feta por lo que la ensalada es redonda. Aquí también tienen sandwiches de pollo, atún y salmón, todos fríos y la mar de jugosos.

Si eres amante de la comida peruana, te voy a recomendar uno de los mejores ceviches de todo Madrid (según los entendidos). El ceviche de Chifa es muy bueno, y cuenta no sólo con las algas, el cilantro y las verduras, sino que las proteínas de pescado por parte del pulpo y el besugo, lo hacen de lo más completo. Por cierto, la zanahoria es muy buena por los beta carotenos de cara al sol al que estamos expuestos todo el día, toma nota.




Y no sólo tenemos que tomar pescado en formato ceviche o ahumado. Con el sashimi también consumimos pescado, con el sushi pasa lo mismo, incluso con este último tomamos arroz (frío) ya que hidratos también necesitamos. En Japan Market aparte de una amplia gama de makis, necesitas probar el sushi de angula o de langostino, y si eres tradicional, el sashimi de salmón de toda la vida. Piensa que es un pescado azul y no sólo los aportará proteínas de alta calidad, sino también eso que hemos escuchado mil veces como son los omega 3.

Además algo que hay que tener en cuenta en verano aparte de la temperatura, es la contundencia. No nos apetece comer platos pesados y después estar toda la tarde delante del teclado haciendo la digestión. Suertudo el que pueda hacerla en el sofá de su casa.
Para comidas más fugaces y rápidas, La Despensa y sus empanadas de carne. Podemos optar por la de carne mechada (mi favorita y más jugosa), o sino la de pollo, y es que es otra manera de consumir proteínas de carne que no sea en el típico bistec a ciento y pico mil grados.

Y para finiquitar con los fríos en verano, Más que Menos. Este restaurante os lo recomiendo con amigos, es decir, un día en tu casa, abre Deliveroo y ponte a pedir como para un regimiento. Aquí todo es frío y te recomiendo lo siguiente (átate los machos): tabla de quesos para ir abriendo boca, acompañados de unas anchoas. Para continuar un tartar de salmón y aguacate y para rematar la jugada carpaccio de buey. Bueno, la jugada la puedes rematar con un postre, eso sí, por tu bien que sea frío.

Con todos estos consejos no hay excusa para olvidarnos del pescado o de los huevos en verano. Se puede seguir comiendo igual (o parecido), pero delante del ventilador...¡ah!, y no te olvides de hidratarte. Y por la sombra por favor.
Con el código COMESANO tendrás 8€ para el primer pedido que hagas. 

¿QUÉ? Todo lo que te dé la tierra allí lo encontrarás. Alcachofas, espárragos de Tudela, pero de los buenos buenos. Guisantes con huevo, borraja con frutos secos, verdinas en cuchara, coliflor, judías verdes...y como colofón una especie de bocadillos (ojo con su magnífico pan) de chistorra o secreto ibérico entre otros.

¿QUIÉN? Si tú eres una amante de las verduras, si mueres por un plato de cuchara de verdinas, o si con unas alcachofas fritas eres feliz, en la iglesia de La Navarrería encontrarás el santuario perfecto. Los veganos encontrarán allí su huerto particular y siempre con algún guiño especial.

Situado en C/ Lagasca 103, Madrid