Ayer, 1 de agosto fue mi cumpleaños, y ya que me gusta esto de la gastronomía como buen español, pues anduve todo el día dale que te pego a mover el paladar. Pasteles en la oficina, comida con el primo Daniel en La Parcelita y para rematar la jornada, cena de los cocacoleros en La Cocina del Desierto.
Un lugar por el que he pasado muchas veces pero nunca había tenido oportunidad de ir. Para recordar nuestro viaje a Marruecos, qué mejor opción que este restaurante. Fachada blanca de adobe con alfombras y demás elementos marroquíes.
Reservé mesa, mejor dicho, reservé suelo para mis amigos y para mi. Algo diferente, que de mesa y mantel comemos casi siempre. Cojines, mesas de cobre y una luz tenue es lo que predomina en ese espacio.
Después de doblarnos las piernas, retorcernos y tomar posiciones, nos trajeron el pan típico de Marruecos en una cesta recién hecho.
A partir de aqui empieza el menú degustación. En nuestro caso adaptado para 5 personas. Empezamos probando hummus que para los que desconozcáis este plato, consiste en un puré de garbanzos con zumo de limón. Lo normal o lo que siempre me han dicho, es que hay que untarlo en el pan, y a disfrutar.
Zanahoria confitada. Buena verdura que se sirve fría.
Parecido al hummus pero en este caso crema de berenjena. Mejor que el hummus, bueno más que mejor, diferente al hummus, a mi me gustó más, con un sabor más intenso.
Ensalada de berenjenas y pimientos asados con cebolla, buenas verduras también.
Ensalada de perejil que estaba hecha con lechuga, tomate y cebolla. Para mi gusto muy especiada y fuerte, tenía un pelín sabor ácido, aún así estaba buena, algo diferente y sí, sabe bastante a perejil.
Pastela de pollo con pasas y almendras. Crujiente por fuera y suave por dentro. Me gustó el contraste del dulce con el salado. Por encima lleva azúcar glass y canela. Me quedo con este plato, ¡qué bueno!
Tajine de pollo con higos y miel acompañado de almendras, un plato muy típico en Marruecos. Sabroso
Falafel de verduras. A mi en Israel me enseñaron a comerlo en pan de pita, como si fuese un bocadillo, asi que ni corto ni perezoso así lo hice. Para mi gusto estaban muy hechas.
Cuscús de pollo con cebolla caramelizada y caldo de verdura. El cuscús dicen que es uno de los mejores de Madrid y razón no les falta.
Brocheta de pavo. También las probamos en Marruecos y nada que ver con estas, las de alli estaban bastante malas, todo hay que decirlo. Estas estaban bien hechas y la carne era buena.
De postre el típico té dulzón y "pasteles" con buena cantidad de frutos secos y azúcar glass. Sólo los probé, ya sabéis que no soy goloso.
Toda la tropa intentando posicionarnos de la mejor manera para la foto. Faltaron algunos (os he puesto falta) pero los que fuimos nos lo pasamos en grande y como no, organizando viajes. ¡Gracias muchachos!
Apagando la vela, otro año más.
Y para el fin de fiestas nos acercamos hasta la terraza del Mercado de San Antón a tomarnos unas digestivas.
Atención correcta por parte de Jafar y un precio muy bueno, porque a pesar de que todos esos platos eran para 5 personas, el menú degustación cuesta 16€.
Situado en C/Barbieri 1, Madrid
Consejo nutricional: La cocina marroquí es nutricionalmente muy interesante por estar compuesta de elementos esenciales, verduras, carnes, legumbres, cereales como sémola, o cítricos como el limón o la naranja.
Guille, que buena cena de cumpleaños, esperaba jamón y croquetas pero me has vuelto a impresionar!!Ole!!Este tengo que ir a probarlo.
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