jueves, 27 de septiembre de 2012

Pedro Gutiérrez (Málaga)

Para algunos ya llegó el otoño, pero aquí en Málaga sigue siendo verano. Viaje de trabajo sí, pero queda tiempo para meter los pies en el mar, pasear por la playa y visitar la Alcazaba.




Bueno y como no, tiempo para disfrutar de su gastronomía. Precisamente tiempo me faltó en Twitter para comentar que iba a Málaga y que me recomendasen restaurantes...gracias a los que me dijisteis algunos, de hecho ya he hecho caso al primero y he salido triunfante.




Concretamente fui a Pedro Gutiérrez, más conocido como el chiringuito de los Gutiérrez. Un lugar con vistas al mar...¡un placer comer con el mar de fondo! Cuando iba para allí, me llamó la atención una especie de barca con arena y brasas por encima, ahí es donde se espetan las sardinas o cualquier otro tipo de pescado. Espetar quiere decir...digamos que hacer una brocheta de las mismas mientras se hacen a la brasa.




Por dentro nada que destacar, mucha mesa montada, mucha madera y unas buenas cristaleras desde las que se puede disfrutar el mar.




Me parece alucinante la cantidad de pescado fresco que tienen a la entrada del restaurante. Pescado de todas las clases que huele a pescado. Dorada, calamares, cigalas...es lo bueno que tienen las ciudades de costa.




Aquí está el famoso espeto de sardinas. Unas sardinas carnosas, con sal gorda y fritas por fuera, ¡un manjar!, ¡pero que voy a decir de este plato!




Para acompañar a esta delicia de plato, me pedí un tomate con sal y aceite de oliva típico de la zona. Después de los tomates que llevo tomando este septiembre, pensé que no habría nada mejor, y obviamente no hay nada mejor (jeje) pero estos estaban muy buenos y nada duros.




Me apetecía un poco de fritura y opte por unas puntillitas, allí conocidas como calamarcitos. Estaban buenos pero nada más que destacar.




La atención buena, y el precio en torno a 20€ con su tinto de verano incluido.

Situado en Paseo Marítimo Antonio Banderas 6, Málaga

Consejo nutricional: Los platos a la brasa o al horno tienen la ventaja de que conservan mejor los nutrientes ya que casi no se pierden en el cocinado debido a la costra que se forma a su alrededor.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Le Cabrera, Gas-tro-Bar

Se acabó el fin de semana, hoy es lunes y toca llorar un poco...¿no es así? Se ha acabado el verano, se caen las hojas, se cae el pelo, "que sí, que no, que caiga un chaparrón con azúcar y turrón".




Así estoy con la llegada del otoño, pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero no, el sábado fue mejor que hoy, indudablemente, y es que después de la perseverancia de mi amigo Jorge, decidí ir a probar .




Quedé con mi amiga Celia para contarnos un poco la vida mientras movíamos el bigote. Le Cabrera por dentro es un sitio bonito, pero, ¡PERO! tanto espejo me volvió un poco loco.

Llegamos y bueno, como aquí cuento siempre mi experiencia en los restaurantes, hoy no va a ser menos. Lo dicho, llegamos...mesa para 2, blablabla. Parece ser que allí no hay mesas al uso, tienes que compartir una gran mesa para 10 comensales ó comer en la barra ó en unas mesas bajas nada propias para cenar.
¡Ay que en estas situaciones los españoles nos alteramos! Con lo bien educados que están en Europa con lo de "compartir es vivir".




Nosotros que somos jóvenes y no ponemos "peros", decidimos sentarnos en la gran mesa "para compartir", pensando en ¿quiénes serán nuestros vecinos?
Aquí la barra con vistas a la cocina. Buen sitio si vas solo y te apetece parlotear con los cocineros y echar un ojo mientras cocinan.




Me llamaron la atención los cubiertos, como diría mi querida madre, "muy monos pero poco útiles". Pues eso. He de decir, que una cosa que me gustó mucho, es que hubiese una jarra de agua fría en la mesa sin haberla pedido, tal y como hacen en EEUU, chapó por vosotros.




Tras explicarnos la carta y guiarnos un poco, el camarero nos trajo pan con tomate. Bien, para ir abriendo boca.




Un rico tartar de corvina, un pescado que he probado en alguna ocasión y que esta vez lo tomaba de manera diferente. Acompañado todo ello por una especie de salsa "made in China" en el buen sentido de la palabra, es decir, muy usada para platos asiáticos.




Como esto es TODO para compartir, continuamos con unos exquisitos chupa-chups de pollo. Crujientes y con una cama de tomate y pimientos.




Otro plato curioso fue la berenjena con queso fresco trufado. Me llamó la atención que tras comerlo, se te quedaba un regusto muy fuerte, concretamente de comino. Suave aroma a trufa.




Bombón de carne.




Para el deleite y babeo de los lectores, foto-precisión. Carne de ternera picada + foie caramelizado + crema de setas. Simplemente una maravilla, y una buena combinación de sabores.




Siguiendo con el festival de la tapa, nos tomamos unas endivias con Idiazábal. ¿Cuál fue nuestra sorpresa? La presentación de las endivias, que sino me equivoco estaban hechas al horno con un sabor muy tierno y un acompañamiento inmejorable. Creo que de los mejores platos por no decir el mejor.




De postre una mousse de chocolate con mango. Bien, no estaba mal.

La atención buena, y mejor cuando salió a saludar el cocinero o chef para que no se enfade. De precio en torno a 35€, la verdad que barato no es, pero tu paladar te lo agradecerá, el bolsillo no, pero tu paladar te aseguro que si.

Situado en C/Bárbara de Braganza 2, Madrid

Consejo nutricional: Esto de compartir puede ser peligroso (me refiero a la comida) para los que no tienen medida y se precipitan con el primer plato, entre otras cosas porque vas a pedir una gran variedad de alimentos. Hay que Probar de todo y no Comer de todo, así evitarás una buena dosis de Sal de Frutas por la noche.





Como teníamos una apuesta pendiente que perdí, nos fuimos a tomar unos mojitos al Óscar () que tienen una terraza con unas vistas acojonantes y con una piscina relajante a esas horas, así que os animo a que vayáis a disfrutar de los últimos rayos de sol del verano día.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Las (polémicas) propinas

Es un tema controvertido, que siempre da que hablar. Últimamente con la gente que me rodeo nos sale el tema, es algo recurrente, pero ¿qué significa dejar una propina?

He hablado con mucha gente, gente con economía abultada y gente como yo que debido a nuestra edad tenemos economía de guerra, pero coño, ¡tenemos economía! que muchos no lo pueden decir, asi que hay que estar agradecido de poder dar propinas.

En rasgos generales he llegado a oir de todo en el tema de propinas, "yo soy médico, y a mi consulta cuando viene un paciente, no me deja propina por atenderlo" dice una amiga mia, "mi padre que es abogado, cuando gana un caso no le dejan propina, al contrario, si pueden regatearle mucho mejor" otro amigo, o "yo siempre dejo el 10% del total"...
Por ejemplo mi padre es de los que deja siempre propina, pero pone 2 condiciones:
Que el trato haya sido correcto y que la vuelta de la cuenta no se la den en mano.

Ahora bien, ¿qué tenemos que valorar para dejar propina?, perdón, rectifico, ¿qué valoro a la hora de dejar propina?

- Por encima de todo es la atención, el trato que tengan conmigo porque la educación es lo primero, ya puede ser el pescado congelado o que el vaso esté sucio, pero la educación por encima de todo.

- La limpieza, aunque aqui hay una línea muy fina ya que he ido a muchos restaurantes donde la limpieza "brilla" por su ausencia pero la cocina es de 10, en este caso ¿me puede el estómago?

- La cocina, que sean buenos productos y que estén bien cocinados. Volvemos a lo de antes, qué fue antes ¿el huevo o la gallina?, creo que limpieza/cocina se debaten el 2º y 3º puesto. Entendedme por limpieza algo aceptable, no estoy priorizando la comida y comer en una pocilga, hay unos límites está claro.

- El ambiente en cuarto lugar, decoración y demás parafernalia. Con esto quiero decir que valoro más
que el mantel sea de tela y no de papel, esos detalles, no que tenga un Miró colgado de la pared o un recorte de periódico provincial donde les hicieron una entrevista.

Pues sí, yo soy de los que dejan propina. Voy a ser más claro, yo soy de los que deja propina siempre que pago en efectivo y me ha gustado todo lo anterior.

Concluyendo, ¿son las propinas algo del pasado?, ¿algo de lo que vivía antiguamente la gente?...muchas preguntas.

lunes, 17 de septiembre de 2012

La Muñeca (Valencia)

Este fin de semana los amigos y yo teniamos una cita pendiente con la moda. Nuestro colega Miguel Vizcaino presentaba su colección para el próximo verano.

Dejar las maletas en el Petit Palace y corriendo a comer una rica paella valenciana, que por mucho que hayamos venido a ver moda, la gastronomía no se la salta ni un gitano.




Rober y Raquel ya habían estado alli y hablaban maravillas de la paella. Siempre se ha dicho que el peor sitio donde ponen paellas de España es en Valencia...en casa del herrero cuchillo de palo vamos.




Alli que fuimos a deleitarnos con una paella y a mover el bigote. Con vistas a la playa de la Malvarrosa y pegado a un centenar de restaurantes se encuentra La Muñeca, de una estética fría y poco playera por dentro y quizás con un punto hortera, colores chillones y unos azulejos que no casan con el resto de cosas, pero bueno, nos tocó fuera en la terraza con vistas al mar, inmejorable.




Debido al hambre nos pedimos unas puntillitas fritas para mi gusto grasientas.




Y una sepia que no estaba mal del todo...




Y llegó la paella. Les dijimos que la pusieran en medio de la mesa porque nos la íbamos a comer al estilo valenciano, es decir, cuchara en mano y coger directamente de la paellera a la boca.
Me encantó, estaba en su punto. El arroz estaba suelto, pero no estaba suelto, el "socarrat" estaba crujiente. Es la parte que más me gusta, al igual que la menos saludable.

La atención correcta, quizás un poco pesados pero bueno, yo también lo soy y aqui estoy. De precio en torno a 25€, también correcto.

Consejo nutricional: La paella, según como la hagas, es uno de los platos más completos, sanos y equilibrados ya que puede llevar carne, pescado, verduras...buen aporte de nutrientes.

Situado en Av. Neptuno 64, Valencia

viernes, 14 de septiembre de 2012

Leer adelgaza...

Ayer mientras me preparaba mi Colacao y mi pan con tomate y jamón para desayunar, escuché en la televisión una noticia que venía a decir algo así como que la gente que lee el etiquetado nutricional (lo que viene por detrás de los productos) está más delgada.

A penas pegué un mordisco a la tostada y fuí a pegarme a la televisión para enterarme de la noticia. La Universidad de Santiago de Compostela, junto con un par de Universidades de USA y el Instituto de Investigación de Economía Agrícola de Noruega, revelan que la gente que presta atención y se para a leer el etiquetado nutricional de los productos, está más delgada, en torno a 4kg y mayoritariamente mujeres.



Es bueno leer la información nutricional en general, todavía recuerdo cuando era pequeño leer los ingredientes, kcal que aportaban, gramos de cada nutriente...que tenían los bocabits, ¿pero hasta qué punto es bueno? Ya no me refiero al peso sino a la salud. Recomiendo leer el etiquetado nutricional como información para saber qué te estás comiendo, no para perder peso en sí.

Hay que tener mucho cuidado con eso, todos sabemos que la sobreinformación al final lo que hace es desinformarte si no la sabes manejar bien (twitter, facebook, faceyloquesea) y en este caso de la comida, te llega a obsesionar.

Mi consejo es que lo leas y sepas lo que comes, no por el peso que puedas perder, pero sí por lo que te metes entre pecho y espalda, asi que detente frente a los alimentos y párate un minuto a leer la composición, verás como la imaginación te transporta a los capítulos de "Érase una vez la vida" en el que los nutrientes hacían cola en las venas para entrar en los órganos, ¡dónde habrán quedado ese tipo de dibujos!

martes, 11 de septiembre de 2012

Ten Con Ten, vuelta de tuerca a lo habitual

Eso de que haya que reservar con 2 meses de antelación es un mito. Cojo el teléfono, llamo, y mesa para 3 en 10 minutos, y ya sabeis que yo no soy "nieto de", ni "famoso por", no soy nadie, bueno sí, hijo de mi padre y de mi madre.




Y bueno, con mi madre y con mi padre alli que fui, al Ten Con Ten aprovechando su visita este fin de semana. Por fuera nada que destacar la verdad, si me tengo que quedar con algo, es la placa con las 2 interioristas que han decorado el local y que en esta foto no se ve, punto pelota.




Vamos a ver, como describiría yo el entrar alli...estéticamente es como rural pero que no se note, no sé, las frutas y las verduras a la entrada...que por cierto, huelen que alimentan. El ambiente que alli se respira es que todo es distendido siempre con la espalda recta, la gente tan emperifollada pero transmitiendo el típico "me he puesto lo primero que he pillado", mezcla de perlas y gin tonics...es para verlo.




Tomadas posiciones y embriagados por esa burbuja de perfección, nos sentamos a la mesa. Nuestra mesa no es la de la foto, pero sí la de al lado.




Para que nos callásemos un poco (je je je) nos trajeron unos frutos secos chinos de esos que pican, queso y pan. En ese momento es cuando mi madre contó su anécdota de las juanolas en China hace 20 años...¡esta señora tiene para todos los públicos!




Gazpacho de fresa, mu-y-bi-en-he-cho. Aromático.




Ese gazpacho nos lo trajeron acompañado de pan de queso. Una especie de bollitos con queso por dentro. Pensé que serían industriales de sabor pero nada más lejos de la realidad, algo nuevo.




El maitre nos recomendó el ceviche, o cebiche como lo queráis llamar. Al caso, que uno de los cocineros del Ten Con Ten es peruano (porque el resto serán asturianos...¿o eso es en El Paraguas?) y lo hace muy bueno. Buen ceviche, muy especiado como debe ser y con buena textura.




Esto más que un plato es una sensación. No es más que un risotto con sémola y trufa. Ese arroz no era arroz, bueno sí, pero la consistencia era como de pasta...bueno algo alucinantemente rico, tierno, no sé, si vais esto que no falte.




Tenía mono de moussaka y la pedí. Me gustó mucho la capa de fuera, un buen toque de horno, pero en Grecia las hacen mejor.




Antes de pasar a los segundos y para que podamos coger aire, a la entrada existe una pared de lo más curiosa y que nadie detiene en ella ya que va a la mesa y a los tomates. Bonito relieve que hace el ladrillo.




Después de la publicidad, empezaron los segundos. Mi madre se pidió bacalao negro asado con manzana. ¡Pedazo de lomo! Es un pescado que no me gusta, pero en este caso al probarlo me quedé sorprendido porque no tiene esa textura aspera tan característica del bacalao. La señora dijo que la piel estaba buenísimma, no sé, habrá que hacerle caso.




Mi padre en cambio pidió carrillera/carrillada con arroz y cebolla. Jugosa pero para mi gusto pierde mucho cortándola en taquitos, eso sí, a él es como le gusta.




Hamburguesa de pixin. Si me véis pidiéndome este plato, ¡madre de Dios!, aqui un servidor que no es de ir a restaurantes (porque ahora son restaurantes) de comida rápida y voy al Ten Con Ten y hamburguesa...¡estamos mu' tontos!
Y bueno, la hamburguesa triunfó. Me aseguré de que no viniese acompañada por ketchup o mostaza y lo único que tuve que hacer es disfrutar.




Y de postre chocolate a la reina. Caliente como debe ser y perfecta combinación, mejor dicho, contraste con el helado.

La atención muy buena, como si te conociesen de tiempo, y de precio 60€, porque iba con mis padres sino te digo donde comer...

Situado en C/Ayala 6, Madrid

Consejo nutricional: Si vas a compartir platos como en este caso, ojo, que lo que sobre no te lo tienes que comer, ¡no eres un basurero!

viernes, 7 de septiembre de 2012

Obesos pero sanos

Así es como titulaba Rafael Ibarra un artículo del miércoles en el ABC, un artículo que refuerza la idea de que se puede ser obeso y ser sano el cual se basa en el estudio del Doctor Francisco Ortega de la Universidad de Granada.

Si me tengo que quedar con una frase, sería "las personas pueden ser obesas, pero metabólicamente saludables" porque recoge todo lo que se comenta a lo largo del artículo. Un individuo obeso, metabólicamente sano, tiene el mismo o similar pronóstico que una persona con peso normal.
Y es que siempre lo he dicho cuando alguien me viene y me dice, "¿has visto?, tengo aqui un michelín y una barriga...¡estoy muy gordo!" y siempre les digo lo mismo, eso es ejercicio, lo importante es estar sano a pesar de que tengas culo, barriga o el dichoso michelin, porque seguro que hay personas con un cuerpo 10 que están muy poco sanos, ¡me apuesto la mano!

Asi que si veis a los típicos "gorditos felices" pensad que igual están más sanos que nosotros a pesar de sus redondeces.

Y nada, seguimos desmontando mitos, los obesos pueden ser sanos, comer helados adelgaza, la dieta mediterránea engorda...¿qué será lo siguiente?

jueves, 6 de septiembre de 2012

¡Vendo, vendo! #CervezaArtesanal

Hace unas semanas hablé sobre la cerveza artesanal, sus beneficios, a qué sabe y sus colores que son muy diferentes entre sí. Pues bien, hoy he recibido un cupón de descuento del 15% en una compra en Mumumio, concretamente en cervezas.

Como no soy muy cervecero, he pensado que lo mejor es regalarlas. No os voy a decir que me dejéis un comentario ni nada...con que me mandéis un mail a es suficiente. Eso sí, como hay que hacer una especie de "selección", he pensado que con que me pongáis en 2 líneas qué significa para vosotros la frase "Comiendo Se Entiende La Gente", me es suficiente. Bueno vale, si pasáis de esto pues contadme un chiste, todo es bienvenido.



 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Los Olvidados, conservando lo antiguo

Este verano entre ventiladores y agua para hidratarnos, Ana Moyá y yo quedamos para comer en un restaurante que me habían recomendado. Cuando quedamos, aparte de comer, intentamos solucionar el mundo (gastronutricionalmente hablando), porque dejando de lado nuestra relación de compañeros de universidad y amigos, Ana es una buenísima bloguera.




Moto aparcada y pitando a comer, que a esas horas hay mucha hambre. Por fuera del restaurante algo atípico, ¡un cartel de Tabacos! Es curioso porque ni tan siquiera pone el nombre del restaurante.




Entrar dentro y transportarte al Berlín actual pero con mucha luz "típical spanish" de la cual carecen los germanos. Una barra de madera que nó se que pudo ser en su tiempo y unos taburetes metálicos.




Si me tengo que quedar con algo sería el suelo con unas formas geométricas y con un colorido que más de uno lloraría por tenerlo en casa. Las sillas (me imagino que al mismo precio que el kilo de oro) me recordaron a las de Zamburiña.




Dejando la decoración de lado, nos tomamos un menú compuesto de 4 primeros y 4 segundos a elegir. Ana y yo nos pedimos el mismo plato, unas berenjenas a la plancha con mozzarella fresca. Muy buenas, todo lo que lleve queso es difícil de hacerlo mal.




De segundo me pedí rabo de toro con zanahoria y acompañado por un puré de patata. Sinceramente no me gustó porque las piezas de carne no eran muy buenas, aún así el guiso no estaba mal hecho y la salsa estaba buena.




De postre tarta de chocolate blanco con guindilla, ¡buah que placer! ese saborcillo a picante. Prácticamente no se nota pero saber sí sabe, y picar también, algo diferente.

La atención correcta, quizás escasa porque sólo hay una camarera y lógicamente la pobre tiene que andar a la carrera. De precio 10€ que incluyen entrante, plato, postre y bebida.

Situado en C/Palma 69, Madrid

Consejo nutricional: Hace tiempo comenté que las guarniciones de unas simples patatas fritas están ya muy vistas, y muy fritas todo sea dicho. Pero no por eso tenemos que renunciar a ellas y comer "verde", hay opciones como los denostados purés de patata que acompañan muy bien a platos con salsa y además son más sanos.