Este fin de semana pasado, como todos los años, los primos hemos vuelto a nuestros orígenes de verano, donde hicimos nuestros primeros castillos de arena con apenas un año, donde nos enseñaron a pescar con el ganapán o a comer las xoubas con espinas, hemos vuelto a Panxón.

Pero no hay un Panxón sin una Baiona nocturna, y de eso quería hablar hoy, concretamente del restaurante Jaqueyvi al que nunca habíamos ido.




Las calles de Baiona tienen un encanto especial, y más de noche, ¡y mucho más en verano! Gente bebiéndose una cerveza en la calle, barriles repletos de de botellas de albariño y alguna que otra pieza de marisco.




Íbamos con la intención de cenar un arroz con bogavante (sí, de cena, somos jóvenes e inconscientes), pero debido que llegamos rozando prácticamente la media noche, nos tocó conformarnos con una simple carta y media hora de espera para que nos dieran mesa. ¿Por qué nos quedamos? Solamente porque en la barra tenían una tortilla que en mi vida había visto y no me podía ir de allí sin probar, altura descomunal.




Una vez sentados, toda la espera y sufrimiento se pasa con una botella de albariño y unos padrones, una vez hecho esto, el mundo empieza a tomar forma.
Aparte de padrones y tortilla, tomamos unas navajas, unos chinchos, y una merluza pelín seca, aunque por lo general estaba todo bastante aceptable, pero el arroz lo tenemos pendiente para el próximo año.




La atención fue correcta tirando a velocidad de la luz, la terraza normalita ya que había mucho tránsito de personal y de precio en torno a 20€ por persona.

Situado en C/Ventura Misa 45, Baiona, Pontevedra

Consejo nutricional: Los pimientos de padrón tienen un valor nutricional muy parecido a los pimientos verdes. Aporte calórico bajo, ¡pero! al freirlos y echarles abundante sal la cosa cambia. Recomendable ponerles un papel para que absorba el aceite y a disfrutar del padrón que unos pican y otros no.

¿A cuántos os gustan las croquetas? Manos arriba por favor. En mi casa mi madre es una forofa de este formato de alimento, yo sin más, pero oye que he conocido un sitio muy recomendable con una gran variedad de croquetas. Estaréis pensando que se me ha colado una "te" en el título pero no, es el nombre del restaurante.




Una gran selección de croquetas, desde las típicas de toda la vida de jamón ibérico o bacalao, hasta una de pisto, de chorizo o de rabo de toro, mi favorita por su cuerpo y su gran sabor. Son croquetas con una bechamel muy suave y con un crujiente por fuera de lo más apetecible.
Recomiendo pedir un surtido variado para compartir y así probarlas todas, discutir con tus amigos sobre cual es la mejor, y para gustos los colores. Y está en pleno centro, al lado del Palacio de Deportes.

Soy consciente de que soy el tío más pesado repitiendo día tras día la importancia del desayuno, de hecho una de las entradas que más os han gustado es "¿Qué pasa cuando no desayunamos?" y eso es gracias a mi persistencia, y vale, ¡a lo pesado que soy también!

Estoy seguro que todos los días no coméis pollo al horno, ni cenáis una ensalada de tomate con orégano, al igual que vuestros desayunos no deberían ser todos los días iguales.
Está claro que hay unos básicos que no deben cambiar, al igual que el negro pega con todo, a diario coméis con agua, vino o cerveza, lógicamente en el desayuno tomaréis café, Colacao o una infusión, eso es inamovible, pero sí hay alimentos que se pueden variar.




Desde mi punto de vista un buen desayuno tiene que estar compuesto por un lácteo, fruta, cereales, proteínas animales y grasas, sin olvidarnos del agua.

Lácteos - No caigas en la rutina de tomarte un vaso de leche todos los días, modifícalo por un yogur con frutos secos, o por un poco de queso.
Fruta - Aquí el abanico es más amplio. Si eres forofo del zumo de naranja, ¿por qué no probar el de pomelo, melocotón o el exquisito zumo de granada? Aparte un kiwi a primera hora no viene nada mal, una pera, o en este tiempo, una rica sandía. ¡Ojo con las cantidades que os lo tomáis todo al pie de la letra!
Cereales - Si estás aburrido de la tostada, mete los cereales en ese vaso de leche del que tan cansado estás de ver, o incluso en el yogur. Eso sí, un truco para no caer en el aburrimiento de la tostada, es variando el pan. Pan de centeno, de 7 cereales, integral o mi preferido, las tortas de pueblo.
Proteínas animales - Si te cansa ver todos los días el jamón (que lo dudo), prueba con un poco de pavo, jamón cocido, o cualquier variedad con especias.
Grasas - No soy muy amigo de las mantequillas o margarinas, así que simplemente diré AOVE, Aceite de Oliva Virgen Extra, de esto no te puedes cansar, unas gotitas para alegrar el día.

Hecho todo esto, ya estaréis listos para salir a la calle, ¡ah, buenos días!

El lugar es típicamente de los países Bálticos, de Rusia y de frío...mucha madera, oscuro y con tapicerías recargadas, pero como había terraza, la decisión estaba tomada. Cerveza fantástica con alta graduación, muy recomendable pedir.




Y para comer una cazuela de setas con huevo poché que estaba un poco floja, filetes rusos muy conseguidos con su salsa Stroganof y pimienta, kulebiaka que es una especie de empanada de salmón que estaba buena, ensalada de ahumados muy de España y no podían faltar los famosos blinis que ya probé en su día en Olsen, y en algún que otro viaje por el norte de Europa. De salmón de arenque, esturión...gran variedad y todos diferentes.
La atención correcta, el precio 20€ y los chupitos del final muy fuertes.

Situado en Plaza de la Paja 2, Madrid

Consejo nutricional: Los blinis hechos a base de harina, huevo, leche y levadura son uno de los productos principales de países como Estonia o Letonia (p. Bálticos) y demás países donde el frío aprieta. Alimento calórico que depende de la forma de hacerlo, frito, horno...para mi el mejor el cocido, y más sano.