Toro, tierra de uva, tierra de Zamora y...ciento volando. La poesía nunca fue mi fuerte asi que no iré por ese camino, mejor seguir el sendero que nos lleve hasta las parras, hasta las uvas que tendremos que recoger.




Quedamos con Manolo (Fariña), amigo de la familia y el benjamín de su casa. Como una expedición de Jurassic Park nos adentramos en la inmensidad de ese campo, esa cantidad de hectareas (30 si no me equivoco). Cantos rodados por todo el camino que le confieren un grado de maduración a la uva, primera regla a tener en cuenta, el suelo es importante para la maduración.





Las uvas tintoreras (garnacha tintorera) de color oscuro y pulpa coloreada que se dan en esta zona. El cultivo se da en espalderas, es decir, más alto e incluso más cómodo de recoger.
La oscilación térmica ayuda a la maduración, y otro factor importante para la uva, es la situación de los viñedos, siempre N-S y girados un poco al este. Espero que esto no sea el truco del almendruco porque sino se lo he jodido a la familia.




Esta máquina es como un pequeño laboratorio, lo hace todo. Despalilla la uva, la estruja...escobillo, pulpa, todo eso lo di en la Universidad, pero no quiero hablaros de los procesos, mecanismos y demás tecnicismos, sólo la experiencia que allí viví.




Y para vivir una experiencia hay que subirse al carro y sentirlo en las propias carnes, o lo que viene a ser, meter el hocico para ver como ser forma una masa final de color oscuro que se mantiene por ella misma hasta llegar a las bodegas. Cientos de kilos de uvas venidas a menos...






El color de la uva es precioso. Si os fijáis, tiene como un tono más opaco producto del polvo que le caracteriza un color más "azulado" a la uva.




Aqui nadie se libra de la vendimia. Navaja en mano fui cortando algún que otro racimo y Manolo igual que yo, que para eso tiene 2 manos. Bueno va, sólo para la foto. No me dió tiempo ni a sudar del esfuerzo.




Grandioso racimo de 400 gramos de tinta de toro que pocas veces se ve.




Uva de moscatel, uva de albariño, la tinta de toro, garnacha tintorera...al final terminé diferenciándolas, una vez separada la piel, la pulpa y la pipa.






Y para rematar la jornada de recogida, una de Comiendo Se Entiende La Gente a base de queso zamorano, buen pan y buen vino, ¡todo un placer!

Una vez más gracias, gracias por estas cosas tan atípicas para mi y en ocasiones inalcanzables que sólo se consiguen teniendo buenos amigos los cuales pueden hacerlas realidad. Manolo tio, tenemos un par de comidas pendientes.