Los que me seguís desde hace tiempo, sabéis que sólo promulgo una alimentación variada, moderada y equilibrada, sin muchas florituras ni adornos. Soy de platos típicos, de platos de cuchara y de buenas materias primas, que no soy amante de las hamburguesas, pizzas ni kebaps es un hecho, pero que de vez en cuando paso por el aro y aqui sigo.

Como septiembre es un mes repleto de moda, y en esta vida hay que estar al tanto de todo, he intentado comparar la ropa, con la gastronomía, eso sí, desde mi punto de vista, ¡no os vayais a pensar que a partir de ahora voy a subir fotos mias con distintos modelitos! jajajaja, faltaría más, tranquilos que no, como mucho una foto comiéndome un buen cocido de La Bola, eso sí.

Al caso, ¿qué llamo yo complementos en la gastronomía? Una sencilla y breve enumeración:

- Salsas en general, ya sea ketchup, mayonesa, mostaza...
- Rebozados de cualquier tipo
- Alimentos decorativos como una raja de limón que no sirve para nada, una hoja de la planta correspondiente que tampoco sirve, bla bla bla

Estos complementos están bien cuando el producto no es muy bueno, pero cuando, por ejemplo, un pescado es bueno y fresco ¿por qué ponerle mayonesa?, ¿por qué rebozarlo con kikos?...¿por qué tantos frutos rojos en los gin tonics hoy en día?. Con esto no quiero decir que sea malo ni mucho menos, pero ¿por qué ponerle un broche a un traje de Chanel?

En la gastronomía, al igual que en la moda, hay veces que con lo puesto, vamos bien, ¡vamos bien servidos!, asi que deja un poco de lado esas decoraciones sin sentido que lo único que hacen es poner tu contador de calorías al límite.

¡Espero que esta entrada no haya quedado muy pedante, yo no entiendo de moda, y mucho menos de gastronomía!