lunes 5 de diciembre de 2011

La Bola, la tentación de un Rey

Cuenta la historia que en este local transformado en restaurante desde hace más de un siglo, era frecuentado por obreros y estudiantes. Curioso saber que a principios de siglo daban 3 cocidos: el de las 12, para obreros y empleados, el de las 13 horas, el preferido para estudiantes porque llevaba gallina y el de las 2 de la tarde, horario elegido por periodistas y senadores ya que contenía carne y tocino.


Exterior de La Bola

Este restaurante situado en la calle la Bola, cuenta como ya he dicho con más de un siglo de experiencia. Fundada en el 1870 por una asturiana de pro, la matriarca de la dinastía de los Verdasco, se ha pasado de padres a hijos, hasta llegar a las manos de mi amigo Marco, que será la quinta y siguiente generación en tomar las riendas del local. Sí, también Verdasco (primo-hermano de este chaval llamado Fernando que ha sido uno de los componentes que nos ha hecho sufrir este fin de semana por La Cartuja...aún así y perdonad el inciso, felicidades campeones y ¡Viva España!).


Interior

Echas las introducciones correspondientes, pasemos, pasemos al interior del restaurante, lleno de pequeñas salas, coqueto, recogido, donde la actividad es frenética, con una decoración digna de los años setenta, predominan las fotografias de amigos, los carteles de torero (como me gusta), y paredes revestidas de madera.

Es obvio que lo que vamos a tomar aqui es cocido, lo llevo haciendo desde que tenía uso de razón, ya que todos los inviernos que nos acercábamos a Madrid, una visita obligada era ir a La Bola y comer, EXCLUSIVAMENTE, cocido...hasta que un día también fuimos a cenar y ahi empezó todo.


Huevos con patatas, jamón y pimientos

Y con el "ahi empezó todo" me refiero a que en esa cena pedimos estos huevos, que desde entonces algún traidor no se puede despegar de ellos y nos falla con el cocido. Realmente están cojonudos.

Pasemos ahora bien a mi experiencia una vez más con este cocido. Va a ser duro para mi volver a ver todas estas fotografías e intentar que las babas no colapsen el teclado:

Plato de fideos

Una vez colocada la servilleta a modo babero y sin darte cuenta, te aparecen unos fideos delante de tus narices, ¿y dónde está el caldo?


Puchero y un Rioja 2010 para acompañar a los garbanzos

Pues todo está aqui dentro, en este puchero de barro que contiene todos los ingredientes del cocido hecho a fuego lento.

Primer vuelco

Luis (un camarero de esos que ya no quedan, un profesional), te servirá encantado lo que es el caldo con una técnica rápida, que si no es por él, aún estoy comiéndome los fideos solos.


Sopa + garbanzos

Este es el resultado final de la primera fase, aunque yo a la sopa le añado los garbanzos, para que sea más contundente. Confieso que ahora mismo estoy empezando a sufrir con las fotos.

Haciendo un pequeño parón del primer set, y a raiz de los huevos con patatas, Luis nos confesó que una sencilla manera de comer unos buenos huevos fritos, es con vinagre (pelos de punta). Nos explicó la técnica y como se hacen, vamos que nos vendió la moto de una manera que casi me los hago por la noche (la verdad que soy muy vinagrero).

Huevo frito con vinagre

No sé como lo hizo, ni el chanchullo que se debió de traer por cocina, pero como el que se saca un as de la manga, se sacó este huevo frito el cual aliñó él mismo. Muy rico, y muy fuerte el contraste. Dejad de arrugar la cara y hacedlo en casa, os sorprenderá.

Segundo set y sumando puntos:

Repollo

Acompañando al morcillo, la gallina, el chorizo, tocino, patata, y un poquito de jamón (se me olvidó hacer la foto, pero seguro que no os dais cuenta ejem ejem), nos trajeron un plato de repollo para "desgrasar" un poco el asunto y no sólo comer carne. A pesar de no tener foto, tengo que decir que estaba buenísimo, el morcillo se deshacía, el chorizo sabroso...¡incluso me gustó el hueso de jamón!


Tomate + guindillas + cebolleta

Este "plato combinado" es uno de los que más me gustan. Meter la cebolleta en el tomate caliente...entrar en otra dimensión (qué sufrimiento hacer esta entrada cuando se acerca la hora de la comida). Lo mejor de esto, es que las guindillas prácticamente no pican, asi que padres con problemas de escape, no temáis. Vale, perdón de nuevo, pero hacedme caso, apto para todos los públicos.

Podeis respirar tranquilos porque el segundo set ha acabado. Ahora viene la final con los postres, por lo que abrónchense los cinturones que vienen curvas.


Sorbetes

Viendo que empezamos a tocar las palmas y casi nos subimos a la mesa a taconear al más puro estilo Café de Chinitas, nos trajeron unos sorbetes de limón para bajar el cocido (ilusos) cortesía de la casa. Marco tio, estás en todo.


Flan casero


Buñuelos de manzana

Finalmente unos postres caseros que nos tuvimos que meter con calzador, porque estaban muy buenos, sino alli quedan. Aqui fue el momento en que pedimos una grúa para levantarnos.

La atención de lo más profesional, desde Jose Luis que nos acompañó a la mesa y vino un par de veces a amenizarnos la comida, hasta Luis que nos aconsejó, nos hizo reir y nos trató de maravilla. Gracias.
Y como no una mención especial a Marco, estás en todo y sabes perfectamente cuidar esos detalles, como siempre nos trataron genial, y creo que ya no tengo más adjetivos positivos, nuevamente gracias.

Os invito a que os acerquéis hasta aqui, ya que por 20 eurillos podéis disfrutar de una buenísima experiencia con el cocido. Dos turnos, 13.30 y 15.30, como antiguamente.

Situado en C/La Bola 5, Madrid

2 comentarios:

  1. Espectacular 'La Bola', merece la pena ir, al menos una vez.

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  2. Desde La Bola, nos encanta tu reportaje fotográfico! Si no te importa te cogemos algunas fotos para nuestras redes sociales.

    Saludos

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