La tortilla de patata es muy española, tanto como la paella, el tinto de verano y la siesta, tan española como la flamenca sobre la televisión y el palillo entre los dientes del camarero, la picaresca y la famosa impuntualidad. ¿Todavía no tenemos claro que la tortilla es española? sí, sí, española como los toros y olé, hablar a grito pelado y tirar las servilletas al suelo en un bar. ¡Esto es España señores! Creo que no he descubierto nada, ni he dicho cosas nuevas, pero por si algún guiri me lee, que sepa lo que aqui tenemos y malvendemos.
Ironías aparte, Guillermo céntrate. Casa Paco, ese lugar "tipical spanish" como otros muchos que espero que perduren de por vida, y sitio, como bien he dicho al comienzo, con las mejores tortillas de Madrid (que he probado hasta día de hoy). Después de las amenazas por parte de mi amigo Jorge, no tardé ni un minuto en acercarme a comer alli.
Lleno hasta la bandera, Arantxa (mi compañera la becaria) y yo, nos intentamos hacer un hueco en la barra, y descubrimos este peculiar cuadro, donde te resume 50 años en un par de columnas. He aqui el patriarca, el abuelo, Don Francisco García Velasco, que fundó este intacto lugar y que sigue estando donde él lo dejo, en la esquina de Juan Álvarez de Mendizábal con Altamirano.
Una barra repleta de tortillas y diferentes tapas. Menos mal que cuando la boca se me empezó a hacer agua, dijeron "¡Guillermo!", ya teníamos la mesa preparada.
Aún así ya le había echado el ojo a unas empanadillas en la barra, o ellas me echaron el ojo a mi...no sé muy bien como fue, ya me entendeis esa típica situación.
Recién hechas, acababan de sacar una nueva tandada. Crujientes, calientes y muy sabrosas por dentro, una empanadilla como Dios manda.
Para empezar nos pedimos unas patatas alioli. Mmmm (y no en el buen sentido), no las teníamos que haber pedido, ¡hemos venido a probar la tortilla! Estaban reguleras, todo hay que decirlo, y si a eso le sumas que no me gustan mucho...el estómago, que de vez en cuando toma decisiones por el mismo.
Aclaro, no estaban malas, pero es un plato que no me gusta, ¿por qué nos las pedimos? pues si tú lo sabes, aclarame la duda, porque ya sabes más que yo.
Para continuar, un surtido de croquetas (partidas a la mitad para que veais la diferencia), aqui les doy un 20, el rebozado como pocas veces lo he probado, repito, rebozado impresionante. De arriba-abajo
- Croquetas de cebolla crujiente con parmesano
- Croquetas de foie con pasas
- Croquetas de boletus
- Croquetas de salmón con roquefort
Vale que llega un momento que no sabes ni cual estás probando, pero a pesar de su gran surtido con más de 30 croquetas, cada una sabe a lo que pone la carta, raras veces pasa esto.
Las de queso buenísimas y la de foie toda una experiencia...pero si me tengo que quedar con una, la de boletus es la elegida.
Por fin están aqui las tortillas, tan queridas y tan esperadas.
En sentido de las agujas del reloj, tortilla con foie y cebolla caramelizada, tortilla de solomillo con cebolla y a menos cuarto, tortilla de pimientos de piquillo con queso philadelphia.
Desde el primer momento supe que la de solomillo sería mi preferida, ¡error!, la de foie estaba jugosísima, si vais no dejeis de probarla.
Como curiosidad, tienen más de 70 tortillas (no están todas en carta) y otra curiosidad más, hay tortilla de Nocilla, no no, de Nocilla, no habéis leido mal, ¡me dijeron como la hacen y todo!
Y para rematar, un flan casero, nada que decir, estaba buenísimo.
La atención buenísima, familiar, cercana, casera, como el flan, je je je. Lo que más me gustó es cuando me dijeron "lo que nos gusta es hacerlo con cariño", dice mucho de vosotros, ahi tienes el valor personal.
De precio en torno a 15€
Situado en C/Altamirano 38, Madrid
Consejo nutricional: No aconsejo pedir las patatas porque es mucha comida. Está bien pedir tortillas y croquetas para compartir, así hay más variedad. Ya sabemos que el huevo es una buena fuente de proteinas, antioxidantes y vitaminas A, D y E.
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