Para abrir boca una foto de la Plaza Mayor de Zamora, concretamente del ayuntamiento engalanado con la simbología de las diferentes Hermandades y Cofradías, una estampa que se repite todos los años y que nos recuerda a los zamoranos que empieza la Semana Santa, una época mágica para Zamora.
Una de las citas de la Semana Santa es la merendola en la farmacia de mi amigo Pablo mientras vemos (este año no vimos) la procesión de la Tercera Caida desde los balcones. Unas empanadas y tortillas por parte de las chicas de la Peña, perdices y gambas del bar Crespo y hambre por parte del resto de comensales.
Otra cita obligatoria es el Miércoles Santo y la comida de cargadores. Aqui un servidor al teclado pertenece a la Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias "Cofradía del Silencio".
Como somos cargadores, el aporte calórico tiene que ser extra ese día, pata con patata de primero. Un plato buenísimo y que concretamente este año estaba mejor que nunca.
Para continuar con las energías, un 2 y pingada que más adelante explicaré que es. Hay algunos que no son cargadores, como el padre de la criatura, Guillermo Rodríguez que aunque sea un "jubilado" de este paso, no se pierde su cita anual. Papá, felicidades por tu mayordomía.
Como postre unas aceitadas, también típico dulce artesano zamorano de esta época. Consiste en una masa dulce compacta a base de agua, huevos, harina, aceite, azúcar y anís. Yo que no soy de dulces he de decir que están ricas, duras, pero muy ricas. A esto se le puede acompañar de chupitos y aguardientes varios para hacer más llevadera la procesión.
Aqui tenemos el pebetero cargado por 40 personas, 40 cargadores (no confundir con hermanos de paso y mucho menos con costaleros) que llevamos año tras año con alegría e ilusión y que este año se nos vió chafado por la lluvia, aún así tuvimos nuestra particular "procesión" hasta dejar el paso en la sede.
Más cosas típicas de Zamora. Las almendras garrapiñadas que se venden a lo largo de la calle Santa Clara (calle principal de Zamora) y que se regalan en la Cofradía de Jesús de Nazareno, popularmente conocida como la procesión de los borrachos porque sale a las 5 de la mañana y lógicamente se sale de empalmada, lo de borracho es opcional, viene más de la mano del espectador.
Y después de una noche intensa, a eso de las 7-8 de la mañana y antes de meterte en la cama, unas buenas sopas de ajo, típicas típicas de este día. Para los escepticos en esta tradición, también hay chocolates calientes que entonan muy bien el estómago.
Y para finalizar la Semana Santa después de ver la procesión de la Cofradía de la Santísima Resurrección, a eso de la 1 de la tarde, se come el tradicional 2 y pingada, rectifico, "2 y pingada y una tajada" así es como realmente se conoce a este tradicional plato zamorano.
Consiste en 2 huevos fritos con jamón, pero como nosotros somos de buen comer, pues siempre nos lo ponen con patatas, chorizo, costillas, panceta y un filete de lomo, ¡ah! y para desengrasar unas ensaladas.
Esta es la Semana Santa, mi Semana Santa, a la que hay que sumar cenas con los amigos, comidas de primos, vinos diarios con los colegas y mucha mucha vida en la calle, porque la Semana Santa en Zamora la vivimos echándonos a la calle. En esta época, hacemos nuestro "agosto" particular, a la que asisten multitud de turistas procedentes de diferentes partes del mundo y que son recibidos con cariño y con ganas de mostrarles la pequeña joya que tenemos en Castilla y León.
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