Lo admito, soy de los que adquiero todo tipo de vocablos que nos llegan del otro lado del charco sin detenerme a traducirlos. Considero que el castellano es un lenguaje muy rico, y sé que mi madre si ve esto me echará la bronca al leer el título, "Guillermo, no es parking, es aparcamiento, no es ipod, es reproductor de música...tenemos una lengua muy rica como para que andes con bobadas, diccionario hijo, ¡diccionario!", por lo que abro comillas y digo "De la Comida Rápida, a la Comida Lenta", reposada, sosegada, y cualquier adjetivo que recuerde al relax, PERDÓN, a algo relajado, que estamos en España.




Últimamente la palabra "slow" la he escuchado en distintos ámbitos de la vida, que si estamos volviendo a los orígenes, que si la gente regresa a los pueblos para llevar la vida de antes, que si compramos esos jerseys gordos de lana pura de oveja...todo esto no viene a ser más que estilos de vida, modas y demás, pero hoy nos centraremos en la comida, a la que también le ha llegado su San Martín.

Lo que se puede entender por "Slow Food" o comida lenta, es una cocina tradicional, productos artesanos y el gusto por comer, tenemos que ir dejando de lado el típico "tengo hambre = como". Esta filosofía (que espero que no sólo sea una moda), pretende que los alimentos se elaboren con ingredientes variados y con recetas típicas de la zona en la que se está, tomar los alimentos de una forma consciente, y lo que más me gusta y que en España siempre se ha hecho, y es fomentar las relaciones sociales o familiares alrededor de una mesa, vamos la filosofía de Comiendo Se Entiende La Gente, asi que para el fin de semana, una buena barbacoa con los amigos.




El "Fast Food" o comida rápida, llegó a nuestro territorio hace unos años procedente de América. Con la buena alimentación que teníamos, ¡cómo nos dejamos engañar!.
No es que sea malo, pero comer rápidamente provoca trastornos digestivos, favorece el estrés, reduce el placer, fomenta el consumo de grasas perjudiciales e induce al aumento de peso (respira, que todavía no nos vamos a morir).
Seguro que más de uno está leyendo esto mientras espera que le llegue una pizza que acaba de pedir por teléfono, ¡no desesperes!, a pesar de que el "Slow Food" pretenda decir adiós a hamburguesas, pizzas, y demás perritos calientes, yo aqui digo un NO ROTUNDO. No hay alimentos buenos ni alimentos malos, cosa que he repetido muchas veces, lo que sí hay son malos hábitos (pincha aqui), malas formas de cocinado, malas dietas...blablabla. No le echemos la culpa sólo a los alimentos, tenemos que mirar todo lo que hay alrededor.




Ahora bien, hay algunas claves interesantes y otras que son de cajón de sastre, porque cuando dicen comer cosas naturales, la gente se debe de pensar que en España comemos plástico en formato cocido...¡no hombre no, nosotros sabemos lo que es el Mediterraneo y todo lo que conlleva! Paso a numerar (yo que vosotros cogía papel y boli):

1. Calidad: La buena cocina empieza en el Supermercado.
2. Natural: Dieta mediterránea, no a los precocinados y sucedáneos. Cocina de forma tradicional.
3. Ecológico: Cosas orgánicas, pocos pesticidas...habladurías. La agricultura y ganadería de toda la vida.
4. Sentidos: Desarrollalos y sobre todo, disfruta, disfruta de una conversación, del olor a café.
5. Tiempo: ¡No corras!, tómate tu tiempo para comprar, cocinar y comer (las 3 C) y pon orden en tu vida.

..................................................................................y todo esto en Compañía mucho mejor.

Desde mi punto de vista, olvídate del Slow Food, si quieres hazle caso a los 5 puntos anteriores, pero no le pongas etiquetas de slow tal, slow cual, seguro que esto no deja de ser una moda. Al fin y al cabo en esto se tiene que basarse nuestra alimentación para el resto de nuestras vidas.