El viernes pasado me junté con mis amigos los exbecarios cocacoleros para ir a cenar. Desde que tengo este espacio donde exhibo mis escasas dotes culinarias (en lo que mover el paladar se refiere), un servidor es el encargado de reservar restaurante, pero últimamente ya me ocurre con todo el mundo "Guille, encárgate tú de reservar restaurante", no me cuesta nada sinceramente, me hace ilusión que gente que viene a Madrid me pregunte donde ir, cual es el más novedoso o el que mejor está de precio, aunque a mi padre hay que buscarle un parking cercano (esta te la devuelvo por lo de ayer, jajajaja).
La opción elegida por mi (y aceptada por todos) fue el Mamá Dolores, todos de acuerdo, asi que una noche de risas asegurada. Pasen pasen que lo bueno está en el interior, la entrada sinceramente no dice mucho. No soy muy amante del mármol.
Dentro nos encontramos con un comedor amplio, abierto, buena iluminación, paredes grisáceas que no me gustaban nada y escasa decoración, cosa que me gusta, aunque alguna estrella (no sé si de navidad) se les había olvidado por la pared. Pero ¡oh no!, detrás de nosotros una mesa de cuarentones que parecía no haber salido nunca a cenar, mucho ruido, mucha risa incómoda...¿sabéis esa situación de levantarte y decirles, "más bajito, por favor"? Pues eso.
Nos sentamos a la mesa, unas botellas de vino de Rueda y ¡toma ya! un aperitivo de lo más sabroso. Buñuelos de bacalao y salmorejos. Rico rico como diría Arguiñano. Debe ser especialidad de alli porque los buñuelos estaban cojonudricos, ricos!!
Unas croquetas caseras, como no de la señora Mamá Dolores, de jamón y con una base de tomate. Me gustaron porque el tomate las hacía más jugosas, buena idea de acompañarlas con salsas NATURALES, no confundir con ketchup, mostaza o demás sucedáneos de los cuales soy bastante reacio, asi que naturales como la vida misma.
Para continuar con los entrantes, espárragos verdes con salmón ahumado. Envuelto todo en una especie de alga insípida que le daba mucho juego porque dentro guardaba una ensalada. Estaba bien pero sin más. He visto que a muchos platos le ponen salsa pesto...
Con este entrante te aseguras éxito seguro (si las materias primas son buenas). Verduras a la plancha. Si a esto le añades queso provolone y salsa pesto...muy bueno, sobre todo por el provolone. Y ya llevamos 3 de salsa pesto...
En la opción de los segundos, optamos por lo siguiente. La señorita Paula, Corvina del sur, de lo más sabrosa a pesar de ser un pescado de lomos "duros". He de decir que lo que más me gustó es que venían acompañados de chanquetes, me parecen de lo más crujientes y sabrosos. También acompañado de algas y vinagreta de adobo gaditano.
Cuando vi este plato me arrepentí de haber pedido pescado. Elena y Miguel pidieron cada uno pollo con langostinos. Yo que soy amante del pollo asado (lo sé, soy fácil de invitar a comer a casa), verlo en ese gran rollito, fritito, crujiente, que desprende sabor, mucho sabor...pues acerté no pidiéndomelo. Lo probé, pero por dentro tenía surimi en formato barritas de cangrejo, por lo que muy bien por fuera, pero mal por dentro, no lo veo yo buena combinación.
Aqui Luis triunfó como Los Chichos, un risotto cremoso de frutos de otoño que estaba sabrosísimo, repito sabrosísimo. Él se dio cuenta cuando tenía en su plato 5 tenedores para probarlo. Estaba hecho a partir de hongos, champiñones y demás vocablos micológicos y con sabor a al i oli, creo que es lo que le potenciaba el sabor. ¡Muy bueno, sí señor!
En mi caso (y en el de Cristina), unos lomos de dorada. Acompañados de zanahoria y curri...sabía mucho a curri. El pescado estaba bien, peeeero, sabía mucho a curry, es una especia, perdón, mezcla de especias que quitán mucho el sabor a otros alimentos, más si cabe a un pescado blancoazulado (ya que es semigraso) y muy suave. Aún asi me gustó, no voy a ser tan pijotero en ponerle "peros" a todo, que para eso ya esta mi padre (uhhhh papá de esta sales escaldado colega).
Opción postres. Tarta de chocolate, mejor dicho, milhojas de chocolate y galleta con mus de mascarpone y sopa de cacao amargo. Rica pero para mi gusto seca, soy más de la opción 2.
¡Ajá! Couland de chocolate caliente. A mi que lo único que me gusta es el chocolate, con este postre triunfé, buen acompañamiento el helado frío-calor, pero no para mis dientes, ¡ufff!
Concretando. Buena atención aunque al principio un poco lentos-despistados, y de precio...25€, aunque con eltenedor la cosa cambia...¡¡¡17€!!!!, incluyendo un par de botellas de vino, vamos de lo más recomendable.
Situado en C/Príncipe de Vergara 83, Madrid
Consejo nutricional: Si la opción es cena, evitar los fritos, es decir, los buñuelos, las croquetas y demás fritanga se pueden evitar. Puedes tomar tu primero, tu segundo y tu postre si en el entrante optas por unas verduras a la plancha y un pescado de segundo, y sino compartir entrantes es otra buena opción, asi pruebas de todo. Vaaaaale si quieres probar las croquetas que sea sólo una, que seguro que el otro día que fuiste al Tommy Mel's no te cortaste un pelo en pedir patatas y hamburguesa.
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me apunto el sitio
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