lunes, 2 de enero de 2012

ComiendoSeEntiendeLaGente se da a la bebida por un día

Un día es un día y hoy vamos a ser BebiendoSeEntiendeLaGente, porque he comentado muchas veces que hay que hidratarse, y si la botella en cuestión cuenta con algún grado (alcohólico, porque de temperatura ya te irá subiendo según vayas bebiendo alguna copa...) pues ya se sabe que la cosa puede acabar bien, siempre y cuando se controle.
Y como bien nos dijo nuestro guía, la tradición por el vino, se está perdiendo cada vez más, y no le falta razón, cada vez menos gente pone la flamenca encima de la televisión, cada vez se duermen menos siestas, y como ya he dicho, poco vino bebemos últimamente.

Bienvenidos a las Bodegas Fariña de Toro (Zamora)

Una vez pasado este portón de las Bodegas Fariña, es conveniente desplegar los 5 sentidos, prestar mucha atención y disfrutar, ponerte en situación y ver una gran maquinaria en funcionamiento con arterias y venas por las que corre un líquido rojizo cargado de olores y sabores varios, los cuales van modificandose hasta llegar al paladar.

Creo que llegado a este punto se me está pegando la palabrería de esos enólogos finolis y entendidos que te dicen que "este vino huele a hábito de monja de clausura...", ¡pobre monja!


Dentro del recinto se encuentran varias edificaciones, con distintas funciones cada una, con un aire típico de la zona toresana, predomina el ladrillo rojo, la teja árabe y cerramientos ciegos. Todo esto al aire libre donde se respira libertad y me imagino que en la época de vendimia, mucho olor a uva. Ahora sí estamos situados en Toro, Zamora.


Nada más llegar nos topamos con una cata de vinos, ¡oh Dios, no son ni las 12 de la mañana y ya le estamos dando a la botella!
Bernardo (nieto del fundador), nos comentó que se exporta mucho vino, casualmente nos encontramos con un danés que andaba probando "algunos" para llevar.
Toda una mesa llena de botellas de vino recien sacadas de su guarida para ser exprimidas por un paladar entendido y una nariz prodigiosa.

Aqui me veis intentando darle nombre al rojo del vino

Como sabía con quien jugaba me posicioné en inferioridad de condiciones porque claro, ser enólogo y haber estudiado en Burdeos tumba a cualquiera, asi que dejé de lado lo de coger la copa con 2 dedos como un entendido y me limité a ver, oir y callaPREGUNTAR, porque callado sólo estuve cuando el vino entraba en mi boca.

Venga lo confieso, sólo sé diferenciar un joven de un crianza y poquito más, yo lo digo, diferenciar entre uno que tiene maloláctica y otro que no me resulta complicado, que quereis que os diga, pero tiempo al tiempo, estas cosas es cuestión de práctica, pero práctica de meterlo en la boca y escupir, no la práctica de meterlo en la boca y acabar bailando un Paquito chocolatero...o también.


Manuel, el benjamín de la familia fue el que nos enseñó todo, desde que llega la uva, hasta que sale directamente la botella, y ya que se ofreció a hacernos este recorrido pues aproveché para hacerle alguna pregunta.

Una empresa familiar, pero¿cómo empezó todo?

"En el año 1942 aproximadamente mi abuelo fundó las Bodegas Fariña, fue mi padre quien lanzó el vino fuera de nuestras fronteras, su sueño era elaborar vino y enseñarlo por el mundo y asi fue".

En esta máquina con sinfín, recepcionan los tractores y camiones todas las uvas y de aqui se pasa al interior donde hay una despalilladora que lo que hace es que lo bueno de la uva vaya directamente a los depósitos de acero inoxidable.


Llegados a este punto me lancé con una pregunta un tanto comprometida...¿A alguno no os gusta el vino?

"Jajajaja, realmente en la familia nos gusta el vino a todos, sin excepción, por ejemplo mi madre lo toma menos porque dice que se le sube muy pronto a la cabeza, pero todos tomamos vinos, a mi el que más me gusta es el tinto dulce"

Zona de control

Como experto que soy (o debería ser) en  las industrias alimentarias, esto del control de las temperaturas en los depósitos y demás, me resulta familiar, son muchos años viéndolos en los apuntes de la Universidad. Manuel me dijo que cualquier día lo sacan en aplicación para el iphone asi se podrá controlar desde cualquier sitio.


Pasamos a la cara bonita de las bodegas, donde se reunen cuadros que salen a concurso para el etiquetado del vino Primero, hasta maquinaria antiquísima con telas de araña incluidas que se usaba para la producción de vinos.


Este carro a parte de lo antiguo, cuenta con un gran valor sentimental porque lo usaba el abuelo y fundador de las bodegas, realmente una joya de la artesanía rural.

Y si aqui vemos la cara bonita de las bodegas, lo que pasamos a ver a continuación no sé como lo podríamos denominar...

Cientos y cientos de barricas perfectamente colocadas y alineadas llenas de vino con distintas tonalidades. Me daba sensación de limpieza visual, de orden, de armonía, tranquilidad, silencio, silencio porque alli reposa el vino que después miles de personas disfrutarán.

¿Dónde exportáis?

"Principalmente en Suiza, Alemania e Inglaterra, aunque también China empieza a ser un gran comprador de vinos. Realmente a muchas partes del mundo, aunque tengo que decir que España es el tercer pais de Europa donde menos vino se consume, y realmente es una pena porque antes no era asi."

Si esto es la cara bonita, donde fuimos después lo podemos considerar la caja fuerte de las bodegas. Alli reposan vinos de hace unas décadas, alli el polvo te sirve como referencia del paso del tiempo.

Aunque bien es cierto que el vino no está para guardarlo, sino para beberlo, pero las botellas que estaban alli descansan en un lugar que poco tiene que envidiar a un Hotel*****G.L.

Seguro que me dejo alguna parte del proceso por enseñar o algún adjetivo enológico por decir, pero lo mejor siempre se guarda para el final y así fue.

Manuel nos dijo que su vino preferido era el tinto dulce, y como nosotros nunca lo habíamos probado, nos faltó tiempo para abrir una botella y degustarlo.
Me encantó, y no soy goloso, pero es un vino fácil de beber que te deja un buen sabor de boca, poco ácido, con mucho cuerpo y olor a frutos rojos, no os digo más que para escribir todo esto me estoy tomando una copa de este vino, porque sobró la mitad de la botella y me la llevé a casa.
Las etiquetas del vino Primero (se eligen por consenso familiar)

Comentar también que hacen vino blanco y rosado pero el que más venden es el tinto, vino D.O. Toro, muchos de ellos con el nombre de Colegiata haciendo alusión a la Colegiata de Toro, y para rematar la jugada cuentan con una larga lista de premios, de Canadá a Rusia, pasando por las complicadas tierras francesas hasta aqui, España, donde los han recogido en multitud de ciudades.

Agradecer a la familia Fariña por abrirnos las puertas de su casa en especial a Manuel que aunque sea el más pequeño tiene un gran camino por delante y gracias por esta botella, me la tomaré a vuestra salud, ¡quien tuviese mejor paladar para poderla disfrutar mejor!, es cuestión de tiempo.

PD: Como habréis podido observar, año nuevo y ya estamos de estreno (y no sólo por la nueva presentación que todavía está en obras), sino porque estrenamos una nueva sección, apartado o simplemente una pestaña más que añadir en este blog, llamadlo como querais, pero una vez al mes hablaremos con Profesionales de la alimentación.

2 comentarios:

  1. Esto si que me gusta!! apostrar por los productos de nuestra tierra y lo que mas me gusta es el Fariña blanco mmmhhh!!!

    Raquel.

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  2. Buenas fotos Will!

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