Este sábado salí a cenar con unos amigos a un sitio sacado por casualidad del OnMadrid. Llega un momento que el cerebro no te da para más, los blogs de gastronomía no ofertan nada novedoso para el fin de semana y aqui en Comiendo Se Entiende La Gente estamos de capa caida o lo que es lo mismo "apagado o fuera de cobertura en este momento", pero para eso está OnMadrid o Metrópoli.




Entras alli y no te sientes en una casa de pueblo porque no hay gallinas campando a sus anchas, pero lo que es el ambiente, el mobiliario y la intención es rural 100%. Y para muestra, un botón, o esta lámpara hecha a base de cucharas, cuchillos y tenedores.




Sillas forradas de tela de saco, mesas de madera y un gran mueble multifuncional de malla de gallinero donde guardar el vino, la cubertería, las vinagreras...




Para picar (2pax) unos huevos fritos con patatas, los de toda la vida y más de toda la vida si vienen en estos platos de duralex. ¿Quién no ha visto estos platos en casa de sus abuelos en este color o en verde? Respecto a los huevos, muy bien hechos, camperos.




Mi opción de segundo fue pollo frito con ajos. Sinceramente no tengo palabras. Seguro que mis difuntas abuelas lo hacían de caerse de culo pero este estaba muy bueno, buena salsa, buen pollo...creo que detrás de este pollo hay una gran abuela en cocina.




Referente a los postres, manchego semicurado con membrillo artesano y nueces, tarta de chocolate y otra que no supe sacarle el sabor. El postre flojo, ya nos lo avisó la chica que no le quedaba nada casero y nos tocó tomarnos estos prefabricados...para la próxima iremos antes.




La atención cercana, muy atentos y mira que fuimos pesados tanto para llegar como para irnos, ¡el día que los camareros se pongan a evaluarme a mi! De precio (ojo al dato como viene la cuenta) está muy bien para la buena calidad y el buen hacer que alli tienen, 20€ por persona, "cocina de campo en época de vacas flacas". Y por cierto, por 1€ más te lo ponen para llevar.

Situado en C/Ferraz 36, Madrid

Consejo nutricional: La cocina de la abuela, la cocina de toda la vida desde mi escasa sabiduría, es de lo mejor que hay. Puede que sea más calórica que algunas otras cocinas (si nos ponemos en plan fino), pero es una de las más completas, que más que caracterizarse por los nutrientes, lo hace por ese sabor tan peculiar de "fuego lento" y "hecho con mimo".