jueves, 10 de noviembre de 2011

Llagar Casa Gervasio (Oviedo)

En pocos sitios puedo decir que coma de 10 y este no es el caso porque creo que es de 11.

Mi padre me dijo que cuando estuviese en Oviedo, no podía dejar de ir alli, entre otras cosas porque Basilio (el capitán del restaurante), estudió con él la carrera y es un gran amigo suyo.
Pues dicho y hecho, alli que fui.

Entrada

Cuando llegué alli, pensaba que me había confundido. La entrada pasa desapercibida ya que se asemeja a la puerta de un garaje y claro, no te imaginas lo que puede haber detrás.


Barra

La decoración no es destacable, me recuerda a muchas bodegas donde he estado, es muy personal, familiar, con jamones colgando (lo he dicho y lo repito que esto me da mucha confianza), vinos bien clasificados.

Un gran mapa de Asturias

Por las paredes cuelgan escudos, recortes de prensa alabando el buen trabajo del restaurante, fotos de amigos...mucha madera. Me transmite confianza, esos sitios donde el mantel es de papel y no han perdido el tiempo eligiendo la decoración de los platos, sabes que la comida va a ser...¡ay que comida!

Bonito en escabeche

Mientras jugueteaba con mi móvil, Basilio me apareció con semejante manjar, un bonito en escabeche, suave, blando y muy sabroso. No dejé ni el plato.

Calamares

Calamares fritos, recién hechos, que echaban humo...el rebozado es impresionante, porque no parecen que vayan rebozados (los vi hacer). Muy crujientes y muy buen calamar.

Tortilla

La tortilla de patatas estaba jugosa, poco hecha como a mi me gusta, y me llamó la atención el corte de la patata.

Fritos de pixin

Mientras le estoy dando a "insertar fotografía" se me están saltando las lágrimas al ver esta foto. ¡Qué pixin! Un hurra por las cocineras. Partirlo a la mitad y metertelo en la boca, es como comer mantequilla, se deshacía, de ahi que en muchos restaurantes, pongan "fritos de pixin al estilo Gervasio". Si vais, pedidlo.

Y ahora os preguntaréis si me lo comí todo, pues claro que si, soy un chicarrón del norte que puedo con todo y más, hasta ahora los platos no hace falta ni fregarlos.

Después de yantar y beber sidra (sólo la bebo en Asturias porque sabe diferente), una de las cosas que más me gusta, si me lo permiten claro está, es meterme en cocina a felicitar al personal, y aqui lógicamente, fui de lleno.

El motor del barco

Aqui están las artífices de cuidar nuestros paladares, Elena a la derecha, su madre y su hermana. ¡Sois unas cracks! Un placer haberos conocido, y sabéis que volveré.

Poco más puedo decir, que gracias por hacer que mi cena fuese tan agradable, ¡qué coño!, por darme tan bien de cenar, vamos a dejarnos de formalismos, y gracias por la botella de vino que me regalásteis, sí papá, me regalaron una botella de vino y a ti no. ;)

Situado en C/Fuente de la Plata 68, Oviedo

2 comentarios:

  1. Un Zamorano que ratifica lo dicho en este blog sobre este local con su maravillosa cocina y su atención correcta y discrita.
    Y respecto al PIXIN ¡maravilloso!

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  2. es un lugar, donde te sientes muy a gusto, te atienden con cariño y discreccion, y esta todo buenisiiiimo¡¡¡
    siempre que vengo a Oviedo paso por alli. Es un placer.
    pilar

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