¿Cuántas veces habéis vuelto de fiesta con un hambre nivel, me como un mamut? Manos arriba, vale perfecto casi todos, menos los que tenéis que cuidar la línea.
No importan unos espaguetis de hace 2 días, o la tortilla de patata que ha sobrado de la cena, tu vara de medir se esfuma y todo vale, empiezas a segregar saliva y tus papilas ni rechistan, pero ¡oye!, ¿por qué no comer bien?
Existen baretos o lugares clandestinos donde saciar tu hambre a altas horas de la mañana. El Palentino es un clásico en Madrid, el Bayadoliz otro en Zamora, pero aquí en Londres como todo lo hacen al revés, pensé que no existiría nada de eso, pero invitas a 4 hipsters a unos bagels y al viernes siguiente lo tienes petado. Este lo encontré en Shoreditch, concretamente en la calle Bricklane cerca del mercado. Todo muy clandestino, lo que les mola a ellos jugar con las leyes.
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