Vale el packing, el envoltorio, me da igual como lo llamemos, me entendéis perfectamente. Últimamente los productos gastronómicos se están subiendo al carro de poner sus alimentos bien vestidos, ¿por qué? Cada vez se regalan más productos perecederos, aceites, quesos, o un lomo ibérico como le pedía yo a los reyes cuando era pequeño.
Se cuida la imagen, la estética y obviamente el producto de dentro, pero lo de fuera hay que ponerlo presentable y que entre por los ojos, que ya después entrará por la boca.