viernes, 29 de noviembre de 2013

Relatos de mi padre Vol.II

Es complicado cumplir con tu organismo fuera de casa, pero cuando vas en compañía de la familia nada de eso importa. Un día cualquiera, un sol espléndido, y aunque en el ambiente se percibe un frío del carajo, se decide por unanimidad comer en la terraza del bar que esta gratamente orientada al sur, en ese momento te das cuenta que hay gente que le gusta ponerse como los lagartos realmente.


Después de un rato disfrutando de la comida y de unos buenos tragos de cerveza, percibes la mirada de un joven con una ligera sonrisa que te indica algo con el dedo índice en forma de ángulo, concretamente sobre el labio superior, y tú instintivamente, te limpias el labio pensando que el bigote lo tienes blanco con la espuma de la cerveza. Pero no, la sonrisa del chaval es mayor mientras me enseña su dedo pulgar hacia arriba con un signo de aprobación, me paro a pensar, y me doy cuenta que lo que me esta indicando es la alegría que le supone el que yo lleve bigote, pues es MOVEMBER y estamos en Londres. 

Willy     

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