Hace unos días, el equipo de Dunkin Coffee España se puso en contacto conmigo (bueno y con más gente, que yo aquí soy el último mono) para visitar la fábrica o mejor dicho, el obrador donde se gestan esas rosquillas que tantas babas produce entre la gente de a pie.




Nada más llegar ese olor tan característico a panadería de barrio. ¡Señores, qué todo esto es artesano! Yo que me esperaba máquinas y máquinas de producir Donuts rosquillas y lo que me encuentro es a gente haciéndolas con sus propias manos. Si os soy sincero, sigo alucinando a día de hoy, ¡chapó por vosotros!




Carros y carros llenos de masas blancas, que van a ser fritas por unas manos humanas. Rosquillas con ese color dorado que le darían ganas de hincarle el diente hasta al más antidulce como soy yo.
Limpio y bien organizado, con una producción diaria de unas 15.000 rosquillas al día.




Y al igual que pasó en VIPS (que me metieron en cocina), aquí también nos pusimos bata y gorrito y manos a la obra. Si llego a poner una foto con el gorrito, os aseguro que le dáis a la equis de arriba a la derecha y apagáis el ordenador con cara de susto, os lo aseguro.




He aquí las manos humanas de las que hablaba antes, manos que tienen una facilidad pasmosa para dar la vuelta a tanto dulce. El aceite se cambia todos los días por cierto.
¿Qué se hace con el material sobrante? Toda rosquilla se destruye ya que tiene una duración máxima de 24 horas o alguna más. ¿Controversia? Puede ser, pero todo es por seguridad. ¿Donarlo a un banco de alimentos? También puede ser, pero volvemos a lo mismo, todo por seguridad.




Después de la creación de una simple rosquilla, ésta tiene que pasar por peluquería y maquillaje para estar presentable al público, que aunque no os lo creáis, varía desde los más jóvenes hasta las señoras de 80 que quieren sorprender a sus amigas con estas reinventadas "pastas de té".




Rosquillas en mano, empezó el reto Dunkin (que no dunkan, aunque según el número de rosquillas que te lleves a la boca...) bueno que me lío.
A ver quien es el artista que consigue las 6 rosquillas más bonitas del mundo mundial. Todo tipo de "toppings" (def: decorado por encima de-), desde oreo, hasta cereales, pasando por unas bolitas de colores.




Mis creaciones. Menos mal que Dios me dotó de sentido del humor porque si tuviese que ganarme la vida con mi arte iba a comer piedras, aún así tengo que reconocer que no es de lo peor que he hecho, ¡oye!




Foto final de todo el equipo de Dunkin y como dice su eslogan "DISFRUTA TU MOMENTO", yo os puedo asegurar que unas risas si que me eché.

Gracias una vez más.