Me habían hablado muy bien de este sitio, que no tenía que dejarlo pasar, que ponen muy buena comida cubana, que si tal, que si cual...la semana pasada avisé a mis amigos Alicia, María y Dani y alli que fuimos.



Aún guardo buenos recuerdos de la comida cuando estuve hace años en Cuba, por lo que era un sitio que me apetecía probar.
Por fuera en la fachada un toldo de hace años y ladrillos pintados de un color rojo fuerte. Me pareció que es una fachada que destaca del resto de los comercios, lógicamente no se trata de un local más.




Por dentro mucho colorido, paredes pintadas de colores vivos al igual que las mesas. Lo que más gracia nos produjo es que una vez alli te mimetizas con el ambiente, debido a las altas temperaturas y la humedad, ya que los ventiladores que van a 1 por hora no hacen nada, ¡bienvenidos a La Habana!



Unos mojitos fresquitos para ir saciando nuestra sed.




Empezamos a pedir platos y platos que me habían recomendado...cuando acabamos, nos dijeron que nos traerían todo eso pero media ración de cada una porque sino era mucho. ¡Bien por vosotros!

Empezamos con un rico plato llamado "moros y cristianos" que consiste en arroz, frijoles y uvas pasas, todo acompañado de plátano frito. Un arroz muy interesante.





Algunos detalles de la decoración cubana, muy colorista y alegre.




Había probado la yuca, pero esta forma de hacerla me pareció impresionante. Estaba frita y acompañada de una especie de salsa mojo con un puntito avinagrado. Me gustó tanto que la próxima vez creo que voy a ir a comer sólo esto. No sé que llevaba que potenciaba el sabor...creo que era el mojo.

Como dice el refrán (y no Bisbal), no hay 2 sin 3, y es que de toda la vida he ido a La Bola, y hace poco más de un mes conocí La Cañada, pero si quería completar ese círculo vicioso/gastronómico, tenía que ir a Café de Chinitas. Hechas las promesas y "escrita la carta a Los Reyes Magos" hablando con Marco, mis deseos se cumplieron.




La semana pasada, en la típica tarde de verano caluroso, nos acercamos hasta el Café de Chinitas, un sitio que por fuera no te dice que alli dentro existe un restaurante, más allá de la buena iluminación, unos claveles y las placas con el nombre del lugar.




Alli no entras en un restaurante, entras en otro mundo, como si fueses a ver la pinacoteca de un amigo muy folclórico anclado en el tiempo...te transporta a otra época. Cuadros de toreros, mucho rojo y terciopelo, y claro está, alguna que otra flamenca de la época.




¿Os he dicho algo del rojo? Rojo intenso, rojo de sangre, sangre de los toros que han sido lidiados y que cuelgan de las paredes...con lo "spanish, paella y olé" que soy yo, me sentía en mi ambiente.
Mesas vestidas con un verde desvaido y sillas de mimbre. De verdad, merece mucho la pena ir porque es otro ambiente completamente diferente a lo habitual.




Marco me dijo que el queso de cabra (joder, ¡qué estamos hablando de queso de cabra, mi preferido!) lo hacían muy bueno, vuelta y vuelta a la sarten. ¡Espectacular!




Mira que soy de tortilla de patata pero nunca se me ocurre pedirla en un restaurante, me pega más de pincho en un bar. Otra vez le volví a hacer caso al jefe...jugosa, patata en su punto, con esto ya pierdo el poco criterio que tengo. Eso sí, de lo buena que estaba la tortilla me acabo de fijar ahora mismo en la foto que iba acompañada de tomate.




¿Habéis probado los chanquetes? Pues los cambiamos por chipirones, huevos y pimientos de padrón (unos pican y otros no), los nuevos huevos rotos que hacen por ahi. Quizás este es el plato más pesado porque todo va frito, pero ¡ay amigo, como está este plato!




Bueno, bueno, que me motivo con la comida y se me olvida lo más importante. Durante la cena se da un espectáculo de flamenco de unas 2 horas, un espectáculo envuelto de mantones de Manila y guitarras donde se mezcla la conversación, un taconeo, la tortilla de patata y ¡vamos Carmen esas palmas!, hacía mucho que no iba a un tablao flamenco.




Lenguado meuniere. Me sorprendió que viniese limpio, sin espinas, hasta que me explicaron que es porque lleva mantequilla y limón. La primera vez que lo pruebo, o por lo menos la primera vez que lo pruebo con nombre y apellido. Muy sabroso y el limón no le quita el protagonismo al lenguado.




También pedimos un solomillo con cinta de beicon alrededor. Por mi parte estaba hasta arriba, sólamente lo probé y me pareció que estaba bueno, en su punto.




Postres a base de buñuelos de manzana (ya probados) y una especie de crema de chocolate que para mi gusto le sobra lo de arriba, los colorines. También es verdad que los postres son los que salen perdiendo en estas ocasiones porque llegas "jartito" de la comida, te los tienes que meter con calzador y casi no los disfrutas.

La atención creo que estaba mejor que la comida, ¡qué simpática la tia de Marco!, como en casa. Vuelvo a repetir, cenar viendo este espectáculo es impagable, merece la pena, sinceramente me siento un privilegiado por haber estado alli.

Situado en C/Torija 7, Madrid

Consejo nutricional: Si has cenado en exceso y los maestros te lo permiten, súbete a echar un zapateao y a quemar las calorias.

Entiendo que con este título os venga a la cabeza la imagen de una persona mordiendo un limón...ese cosquilleo que te sube por la espalda solo con verlo es comprensible, pero aparte de estropear el esmalte según los espertos, este tipo de cítricos aporta una buena cantidad de vitaminas y minerales, aunque los nutrientes mayoritarios son la vitamina C y ácido cítrico.

Las propiedades en este caso del limón son positivas ya que mejora la circulación sanguínea y nos protege de infecciones, esto último la mayoría de cítricos. Aparte del limón, otro cítrico bastante consumido en nuestro país (por no decir el que más), es la naranja ya sea con cuchillo y tenedor si eres una persona fina, o el ya democratizado por tierra mar y aire, zumo de naranja.
Somos el séptimo país productor de naranja, y es una fruta de la que podemos disfrutar prácticamente todo el año.

Pero quiero centrarme en esas propiedades positivas o en los beneficios de los cítricos, porque sí, conocemos el limón y la naranja, pero también está la famosa mandarina que aporta buena cantidad de calcio, fósforo y vitamina B, o el pomelo, del cual se debería potenciar su zumo y dejar en el banquillo a la naranja. También la lima es otro cítrico importante pero lo veo más en los mojitos...y eso muchas vitaminas no tienen.


Puesto de cítricos en Jerusalén (Israel)


Los compuestos fenólicos de los cítricos tienen poder antioxidante del que ya he hablado alguna vez, que lo que hace es detener la oxidación de las células, ¿y eso cómo se ve al ojo humano? Simplemente retrasando el envejecimiento de las mismas. Otra función importante es que disminuye el colesterol.
Tomar cítricos contribuye a la formación de colágeno, en la formación de huesos y dientes e incluso de los glóbulos rojos, y todo gracias a la ya mencionada vitamina C.

¿Cuántas veces te ha dicho tu madre que te tomes un buen zumo de naranja después de unas lentejas? No dan puntada sin hilo y es que tomar cítricos después de un alimento con buen aporte de hierro, contribuye a su absorción.

Vale Guillermo, todo muy bonito y lo que tú quieras. Ahora dime lo práctico, ¿cómo lo puedo tomar?
Como es verano, tómate agua con limón (y no arrugues la cara y digas...¡qué asco!), unos buenos zumos de pomelo, ensaladas con naraja, ponle cítricos a tus platos...bla bla bla, poco más voy a decir que no soy cocinero, pero eso sí, toma una buena cantidad diaria de cítricos.

Es uno de esos sitios donde la etiqueta (si alguna vez es necesaria tanto de vestimenta como de actitud) es mejor dejarla en casa, porque alli se respira tranquilidad, muchos periódicos y olores diferentes de la cocina.




En el exterior una fachada blanca y sucia, algún que otro cartel de grupos de música que tocarán proximamente y pizarras colgadas donde se explica el menú, ¡bienvenidos a Malasaña!




Por dentro un aire industrial muy parecido a Nina, paredes con ladrillo visto, alguna columna por el centro del local, y una gran mesa maciza de madera preside la entrada (en esto me recuerda a Olivia Te Cuida).

La pasada semana, la tienda online de comida ecológica Mumumio se puso en contacto conmigo porque quería que probase unas cervezas artesanales. Aqui empezó mi dilema, ¿me estoy vendiendo?, ¿esto está llegando muy lejos? ¡Qué va! Hay ocasiones que no tienes que dejar escapar y trenes que no debes perder, por lo que buscas el modo de adaptar esta nueva posibilidad al blog.




Hoy abro un nuevo apartado, una nueva pestaña en el blog, "Productos gastronómicos", con el título poco más hace falta explicar. Tanto hablar de restaurantes, nutrición y profesionales de la alimentación, y ¡todavía no he hablado de los productos en sí!

Debido al calor, estreno esta "sección" con cerveza artesanal. Seamos claros, ¿la cerveza hidrata? La respuesta es sí, pero no nos pongamos a practicar deporte y bebamos antes, durante y después cerveza porque las consecuencias pueden ser muy negativas, graciosas, pero negativas.

Siempre salta la duda si la cerveza es "buena" tomarla de forma habitual. Como profesional de la alimentación tengo que reconocer que con moderación, la cerveza se puede tomar sin problema por la cantidad de beneficios que contiene. Buenos nutrientes, vitaminas del grupo B, fibra, agua y polifenoles que tienen relación en contra del cáncer...son algunas propiedades que contiene la cerveza. Eso sí, no nos olvidemos del alcohol (el alcohol deshidrata), de ahi que haya que tomarla con moderación y por lo que no es conveniente tomarla durante la actividad física.




La cerveza Saramagal Inmaculate, procede de Barro (Galicia). Es una cerveza ale rubia pálido, con un grado alcohólico de 4,5%. Fresca en comparación con el resto, quizás por la cáscara de naranja que también le aporta un sabor cítrico y afrutado. Suave y ligera al gusto y un aroma de moderado dulzor.




Burro de Sancho Roja, es una cerveza de Castilla la Mancha, más roja que la anterior y por lo tanto de sabor más fuerte. Compuesta 100% por malta de cebada. Es una cerveza muy aromática y más amarga con un grado del 5%. El color rojizo debido a ese puntito caramelizado que también influye en el aroma y en el sabor.

Cuando recibo un mail del Grupo Vips se forma una sonrisa en mi cara, ¿por qué? yo lo llamaría...mmmm, integración, lo llamaría actividad, lo llamaría "no mires, hazlo tú".

Últimamente el Grupo Vips organiza jornadas o actividades en las que reune a un nutrido grupo de blogueros o tuiteros con ganas de contarles al mundo sus experiencias. Alli no te sientas y aguantas una charla soporífera, alli te pones el mandil y te metes en faena, como cuando hicimos hamburguesas en Vips.




Esta vez la reunión tenía poco que ver con la comida, nos iban a enseñar a hacer margaritas. La idea parte de que los clientes cada vez quieren personalizar más lo que consumen, ya sea una camiseta, un coche o una bebida. Esta filosofía la ha pillado al vuelo todo el Grupo Vips y se han puesto manos a la obra.




Concretamente en el T.G.I. Friday's más grande de Madrid tuvo lugar el evento en el que nos enseñaron a hacer nuestros propios margaritas de la mano de profesionales.
Estética que me recuerda mucho a mi reciente viaje de la Ruta66. Placas de coche, chapas, skay en los sofás y un gran cartel que dice que "alli siempre es viernes", ¡ójala!




Detrás de la barra está la sorpresa, no sólo por la multitud de botellas, copas y demás, sino porque Eduardo, el mejor bartender de Europa porque lo digo yo (y el jurado también) nos hizo una demostración de como se agita una coctelera a la hora de hacer unos margaritas, todo estaba listo, #AgitaFridays




Hablemos de ingredientes: el margarita está formado por 3 ingredientes principales, más el toque final

- El tequila, que se obtiene de la fermentación y destilación del extracto de ágave, va desde el más claro de color hasta el añejo, pasando por el reposado que es de un color semi oscuro y que como máximo está en barrica un año. Este fue el que elegí para mi margarita
- Sirope de piña, mango o cualquier otra fruta
- Fruta natural. Quizás sea el determinante del color del margarita. Fresa, frambuesa, arándanos, cualquier opción es buena ya que es la parte que le da "jugosidad" al margarita.




La copa, más conocida como sombrero por su similitud con el sombrero mexicano, es cubierta por azúcar, pero no toda ella, sino sólo un tercio del borde.




Una vez tengas todos los ingredientes puestos, necesario un toque final de triple seco (licor de naranja). Con maña y fuerza cerramos la coctelera y nos pusimos a agitar. Se me olvidó el chubasquero y temí por el modelito de alguna chica mona que tenía detrás de mi, pero finalmente todo salió perfecto.




El resultado final, mi margarita. Pensé que me había quedado cargado hasta decir basta, pero no, muy rico y más con el calor que hacía. Eso sí, no toméis los margaritas como forma de hidratación de esos 2-2,5 litros al día que hay que beber de líquidos, no nos confundamos.

Panxón no es un restaurante que se encuentre en las Rias Baixas, ni tampoco es un chiringuito a pie de pista playa. Panxón, o Panjón como se pronuncia en español, es un pequeño pueblo de pescadores perteneciente al municipio de Nigrán, situado cerca de Baiona.




Pero me voy a remontar a hace 50 años para encontrar el por qué de este pueblo para mi. La familia Fernández-Zapata procedente de Zamora comenzó a viajar a este pueblo nada turístico hace medio siglo por motivos de trabajo, quedando de este manera fijadas sus vacaciones de verano en este desconocido paraiso. Yo, que pertenezco a esa famlia (materna) sigo manteniendo la tradición, rectifico, mis primos y yo, seguimos manteniendo esta tradición. Y aqui el resumen más breve que ha existido nunca.




El viernes pasado, maleta en mano y billetes de tren en la otra, pusimos rumbo a Zamora para coger el coche e irnos directos los nietos a disfrutar de Panxón. Nada más llegar, algo típico, una cena en el puerto a base de chipirones, pimientos de padrón, xoubas y demás...durante el fin de semana, prohibido tomar carne.




Encontrar furgonetas en algún lugar apartado donde te venden marisco recién capturado no es nada raro. Nécoras, centollos y lo que no es marisco lo puedes encontrar ahi, sabiendo que es fresco y con sabor a mar. No lo he dicho nunca y creo que es el momento. ¡No me gusta el marisco!, toda una alegría para el bolsillo de mis padres...





Sábado noche, cena en Baiona. Hay muchos restaurantes donde elegir, El Mosquito, El Tunel, pero para nuestra ajustada economía, decidimos ir al Balneario, bueno, bonito y barato.

Un sitio correcto donde ponen más de lo mismo, pero que no te cansas. Pulpo a feira, padrones...




Berberechos, almejas...