Por dentro un lugar no muy grande, con mesas de madera negra y paredes blancas, una mezcla que me da la sensación de frío y sin vida, pero bueno, esta es mi apreciación.




Para ir abriendo boca, jamón con tomate para untar en el pan. Estaba muy bueno y más si vas con hambre.




Paté de perdiz, muy bueno pero me imagino que sería un sucedáneo, eso sí, vuelvo a repetir que estaba exquisito para mi escasa sabiduría en patés.




Salpicón, gazpacho y steak tartar el cual sabía mucho a mostaza. Buena idea lo de traerlo en vasos para compartir (entre 4). Me gustan este tipo de cenas en las que se piden muchas cosas ya que pruebas de todo.




Solomillo teriyaki y bonito con algas (me gustaron las algas)




Croquetas malas sin freir, poco más que decir. No sé ni de que eran sinceramente.




Pollo crujiente y nido de langostinos en salsa también teriyaki. El nido me pareció curiosa, la salsa ya no tanto cuando 2 platos antes ya la había probado.




Huevos revueltos. Buenos huevos, buen jamón y buenas patatas, un plato aparentemente sencillo, pero creo que este falso mito hay que desmentirlo ya que sencillo de cocinar no debe ser, y sencillo de comer tampoco es.



Cuando ya esperábamos los postres, ¡sorpresa!, tacos de ternera con exceso de sal para mi gusto, y un poco frío.




Brownie muy duro y mousse de chocolate simplón.




Atención buena pero muy forzada...y ese "ser forzado" puede llegar a ser pesado. Respecto al precio 25€, bien, ya que había una gran variedad de platos.

Situado en C/ de la Cruz 35, Madrid

Consejo nutricional: ¿Cuántas veces usamos las algas en la cocina? Creo que entre cero y nada, quizás por nuestra cultura o porque no es fácil encontrarlas, pero habría que incluirlas en la dieta no sólo por su gran aporte de nutrientes, sino porque ayudan a eliminar toxinas, ayudan a la reducción de tumores (no tomar al pie de la letra), o tienen un gran efecto antibiótico.