La manera de reservar bien puede levantar sospechas desde el minuto uno. Cuando llegué pensaba que se trataba de algo ilegal, de un local clandestino...papel en mano, Luis va tomando notas de los allí presentes una hora antes (como poco), aunque como bien dice él, "eso es un mito". Los comensales sólo pueden ser 20, y 8 de los cuales serán los afortunados que tendrán taburete. ¡Pero como ha cambiado Madrid!
Y unos pollos es la máxima exaltación de la decoración que he visto en un restaurante, ¿serán los nuevos jamones de los bares de toda la vida? #foodhunter
Esta barra tan deseada de Madrid (del Madrid de no postureo), te engancha por su misterio a la hora de reservar, por lo deseada y solicitada que está, y porque interactuas con los cocineros, los camareros y por supuesto con los comensales, ¡bienvenidos a la experiencia Nakeima! Espera un momento, que esto es un Dumpling bar señores, ¡qué estamos en Ásia!
¿Lo mejor? Ponerse en las manos de los allí presentes, nadie como ellos os podrá recomendar mejor. Lo más top que he probado puede ser el pez mantequilla, los niguiris (el de sepia, el carnívoro, o el de panceta, da igual), la brocheta de pollo, el bacalao (¡buah el bacalao!)...una base oriental con los pies en España y concretamente en lo castizo, no te extrañe probar unos callos en formato rollito algún día, allí la base es la fusión y olvidarte de burratas y cevichismos.
Prestar atención a las salsas, y preguntaros y afirmaros a vosotros mismos lo bien que casan con los alimentos que estéis tomando.
La atención junto con la comida, de lo mejorcito, bravo por interactuar con el cliente. De precio en torno a 35€, aunque depende de lo que pidas. Esta foto la encontré por las redes contesía de Madrid Confidencial, ahí mi coach y amigo José Miguel, y un servidor.
Situado en C/Menéndez Valdés 54, Madrid
Consejo nutricional: La fusión no sólo de alimentos, sino de nutrientes, es lo que tiene que tener como base toda alimentación. Déjate de disociar dietas, y de proteinizar tu día a día. Mezcla cuadros con rayas, mezcla el pan con los canónigos y la ternera a la plancha con salsa de cítrico, ¡en la fusión está el gusto!
Lo inaccesible siempre despierta curiosidad y deseo, quizás ahí su secreto, eso que trabajen bien.
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