Ya que la OMS nos ha prohibido las carnes procesadas, rojas y embutidos, pues vamos a pasarnos a los postres, no nos queda otra (es broma). Bueno, y no tan broma, que muchos pacientes han tomado esa decisión ellos solos...¡no sé si es peor el remedio o la enfermedad!

Hace unos semanas, Marina y yo fuimos a Wilbram, un viernes cualquiera por la zona de Alonso Martínez. Perfecto si vas a pasar una tarde de compras por el barrio de Justicia ya que es perfecto para recargar pilas. Por dentro un lugar tranquilo, con luz a la entrada y con una sala privada bastante interesante si tienes pensado hacer reunión con colegas.
Por cierto, tienen menú del día que esta muy bien, ¡y su tortilla de patata muy recomendable!





¿QUÉ? Muy interesante la tortilla de patata (tiene un aire a la mía, todo sea dicho de paso), la ensaladilla rusa, suave y con los ingredientes justos, langostino en gyoza perfectamente realiza, unas almejas a la marinera la mar de buenas, el rabo de toro (aquí peligro si estás a dieta porque lo de resistirse a mojar el pan en la salsa es duro). Comida de aquí y del lejano Oriente, tiene toques de Europa y Ásia con una buena fusión y con las bases de cada uno. Referente a los postres, dejaros recomendar. Por cierto, no he conocido maître mejor en mi vida, ¡alucinante!

¿QUIÉN? Para los amantes de lo asiático, puede ser buena opción, no tan extrema como Nakeima, pero si con buenas bases. ¿A dieta? tírate a los platos menos elaborados. Si eres un carnívoro de altos vuelos, el rabo de toro está de morirse, jugoso, muy sabroso y con una salsa que quita el sentido.
Intolerantes a la lactosa, los segundo son tu mejor opción, y el marisco más.

Situado en C/ Orellana 19, Madrid